Bueno, está claro que en cuanto a palmarés, es el mejor tenista de la historia.
En cuanto a deportista, tal vez podría ser discutible, pero tiene exactamente todos los valores que se le deben exigir a un deportista de elite: Constancia, trabajo contante, disciplina mental, esfuerzo máximo, capacidad extrema de sufrimiento, tanto a nivel físico como mental, control absoluto de dieta, ocio y entreno, todo ello sumado a unas características físicas naturales que ha sabido maximizar.
Pero es que a eso se le ha de sumar: inteligencia, hacerse respetar por sus rivales y respetarlos, no solo eso, si no que ha llegado a apoyar a autenticas leyendas que eran competencia directa, cuando estas han tenido horas bajas, tal y como es el caso de Federer. Ser compañero y solidario, tanto con los cercanos como con los rivales, saber encajar todo tipo de reveses o criticas con una increíble elegancia. Decir siempre lo que piensa, respetando al mismo tiempo cualquier otro tipo de opinión contraria a la suya (y las ha tenido para mandar a esparragar a mas de uno). Y a pesar de ser un numero uno mundial, con una cuenta corriente estratosferica, ha mantenido constantemente los pies en el suelo, ha conservado a todos sus amigos de la infancia, su mujer, es su novia de toda la vida y su hogar continua siendo donde se crió.
Con todos esos mimbres, si no es el mejor deportista en términos absolutos, se podría decir que el que lo sea, debe tener esos mismos mimbres. Nuestro manacorí es algo así como el 30-06 del deporte.
Claro que siempre existirá un Sr Godall, e irá en contra corriente, pues no valorará a causa de otros motivos, ninguna de las virtudes y méritos obvios de Nadal, pero es que de todo hay en la viña del señor, para algo somos el país mas cainita del mundo.