Clarines escribió:famas1979 escribió:Es fácil dejar de aplaudir a los sanitarios cuando te acercas a un centro de salud por enfermedad común y solo les falta echarte de allí con un palo. O cuando llamas al ambulatorio de tu pueblo y después de tres días sin que te cojan el teléfono te hacen un diagnostico "online" con una bola de cristal y tres cartas del tarot para demostrarte que eres un quejica y que si no tienes covid no molestes.
Que yo sepa, los aplausos fueron espontáneos. Ningún sanitario los pidió, porque estaban y están cumpliendo con su trabajo.
Todo se puede utilizar con criterios más o menos dispares; pero dada la situación actual, creo que ellos son los menos culpables ya que cumplen con directrices dadas por la "disparidad" de cada uno de los "reinos taifas" en que nos han dividido.
Y esto seguirá hasta "doblegar la pandemia" (hay que ser imbécil para decir ésto) ¿Desde cuando se controla una pandemia vírica sin medios adecuados (vacuna, medicamento específico,,) y que la única medida efectiva para "relantizarla" nos la pasamos por donde "sale lo más grande"?
Salud

Aparentemente, igual que las protestas delante de la sede del PP después del 11M, las reuniones del 15M, el "rodea el congreso" y tantas otras cosas que surgen de forma espontanea pero con una organización digna de una campaña electoral. Nadie lo dijo, y todos lo hicieron.
Los aplausos eran para alabar el esfuerzo de los sanitarios y demás cuerpos implicados en el socorro de los enfermos, pero de cara a la galería esa imagen servía principalmente para convencer a la opinión publica nacional y extranjera que lo se aplaudía era la gestión del gobierno, y que toda la ciudadanía aceptaba con orgullo y pundonor los sacrificios que se le imponían desde el Estado. Por eso en la tele salían los aplausos pero apenas el testimonio de la gente que había perdido su trabajo, su negocio o a un ser querido. En los telediarios todo eran estadísticas escalofriantes y aplausos, y testimonios de gente que aceptaba y veía bien las medidas.
Ahora la gente se ha despertado del ensueño y no acepta que le echen la culpa de todo a la ciudadanía. La culpa de la cifra de contagios de ahora no la tienen los cuatro que han desoído las normas y han hecho lo que han querido. El virus nunca se fue, se aletargó y ha vuelto a actuar. Decir que la culpa de eso la tenemos nosotros es como decirle a una mujer maltratada : "coño, pero si es que lo ibas buscando..."