Mensajepor Brugent » 09 Feb 2020 19:59
Hola:
Mis padres nacieron en Barcelona en 1919 y yo cuarenta años después.
Yo no sufrí ni el racionamiento (abolido en BCN en 1952) ni las consecuencias alimentarias de la GCE.
Mis abuelos eran trabajadores, que se ganaban el pan (nunca mejor dicho) con su trabajo y no mendigos o gente marginal.
Mi madre era una fanática del pescado, que en la BCN de aquellos años era la comida de los pobres, entre los que se encontraban los trabajadores.
El bacalao salado era la primera opción para la cocina de los trabajadores, pero nos encontramos sorpresas: los percebes se vendían por pocos céntimos en cucuruchos de papel de diario, lo que demuestra se se cosechaban no lejos de Barcelona, pues el transporte frigorífico no apareció hasta muchos años después.
El pollo era la comida de Navidad como algo excepcional y no se hizo asequible para los trabajadores hasta la década de 1960, gracias a las granjas industrializadas de por ejemplo Reus (T): recuerdo que mis padres me enviaban a la Avda. del General Sanjurjo a buscar el pollo de los domingos y a comprar una cerveza Xibeca (litrona) en la bodega del Sr. Joan.
La carne la comían los trabajadores cuando habían corridas de toros Barcelona tenía entonces tres plazas de toros:Arenas en la plaza España, La Monumental y la de la Barceloneta,
La carne de los toros, muertos en pleno esfuerzo y por ello con la carne muy dura, era despreciada por los que tenían dinero, que podían comprar una carne de calidad.
Espero que estos apuntes de mi memoria interesen a alguien.
Saludos: Brugent.
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porque con las armas se defienden las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se aseguran los caminos, se despejan los mares de cosarios... "El Quijote" de MIGUEL DE CERVANTES.