Gibraltar
Publicado: 18 Sep 2018 10:29
Gibraltar, y de paso algo de Melilla.
Soy consciente de que este hilo va a provocarme una reapertura de la úlcera, y más con las respuestas que anticipo y temo por parte de algunos foreros.
Hace tan sólo unos meses Margallo decía que en cuatro años recobraríamos Gibraltar, muy optimista me parecía pero lo tenemos que intentar.
Ayer mismo me llenó de asombro que el Ministro de Exteriores, Borrell, declarase que no se planteaba reclamar la devolución del Peñón en el curso de las negociaciones del Brexit, que ahora no tocaba, y que lo importante era mejorar la colaboración entre la colonia y su entorno; remataba que el Peñón no puede ser un escollo en las negociaciones del Brexit.
¿Y por qué no, digo yo? en las negociaciones comerciales el Reino Unido se juega una cantidad ingente de millones, una cifra que yo ni siquiera puedo calcular, su propia prensa económica advierte de toda clase de desastres si las negociaciones fracasan: desde la IIGM nunca se habían visto en una situación tan delicada. No es consciente del valor del arma que nuestros socios europeos nos han puesto en la mano, ni del desprecio con el que van a tratarnos cuando vean que no la usamos, además, en esta ocasión la baza propagandística juega a nuestro favor, todo lo que se encuentren no es más que una consecuencia de lo que ellos mismos votaron.
Quien crea que los gintonics se van a jugar un dineral por los cuatro monos de la Roca, es que no los conoce. Yo sí, he estado allí tres veces y he trabajado con ellos.
Gibraltar sigue ahí, no por méritos del Reino Unido, sino por la actitud de los españoles: si dejase la lengua suelta, la palabra que me viene a la mente es traición.
Y no es una palabra floja, en el Derecho Penal español sólo hay cinco palabras mayores: traidor, leproso, cornudo, sodomita y hereje, y también la palabra de cuatro letras, si se dijere a mujer casada.
No lo entiendo, sencillamente no me entra en la cabeza: veo, con pesar, que a gran parte de los españoles, a los que forzosamente tendremos que llamar así porque viven aquí al fin y la cabo, el tema no les importa nada: a los separatistas, a los que ven naciones por todas partes, que quisieran ver España descuartizada, ya me dirás qué les importa, lo mismo que a los perroflautas, pero es que además hay una gran masa que con tener su cervecita fría en la terraza, el resto se la sopla, y lo malo es que mi conciencia democrática me impone que sí, que ellos también tienen derecho a pensar así. Y en el entorno inmediato de la colonia la actitud de algunos es de simple colaboracionismo.
He llegado a pensar que a ciertas corrientes políticas incluso les complace tener ese asunto ahí, para poder restregárselo a los que se sienten dolidos con ello, un poco como lo de quitarle la Catedral de Córdoba a la Iglesia, hacerla mezquita, y regalarla a los musulmanes. Si, en esa linea lo veo.
O no, traición pura y simple, no hay otra explicación, creo.
Y la aduana de Melilla cincuenta días cerrada, y el vecino puerto de Beni Enzar beneficiándose de ello, puerto construido, para más escarnio, con fondos enviados por la Unión Europea.
Soy consciente de que este hilo va a provocarme una reapertura de la úlcera, y más con las respuestas que anticipo y temo por parte de algunos foreros.
Hace tan sólo unos meses Margallo decía que en cuatro años recobraríamos Gibraltar, muy optimista me parecía pero lo tenemos que intentar.
Ayer mismo me llenó de asombro que el Ministro de Exteriores, Borrell, declarase que no se planteaba reclamar la devolución del Peñón en el curso de las negociaciones del Brexit, que ahora no tocaba, y que lo importante era mejorar la colaboración entre la colonia y su entorno; remataba que el Peñón no puede ser un escollo en las negociaciones del Brexit.
¿Y por qué no, digo yo? en las negociaciones comerciales el Reino Unido se juega una cantidad ingente de millones, una cifra que yo ni siquiera puedo calcular, su propia prensa económica advierte de toda clase de desastres si las negociaciones fracasan: desde la IIGM nunca se habían visto en una situación tan delicada. No es consciente del valor del arma que nuestros socios europeos nos han puesto en la mano, ni del desprecio con el que van a tratarnos cuando vean que no la usamos, además, en esta ocasión la baza propagandística juega a nuestro favor, todo lo que se encuentren no es más que una consecuencia de lo que ellos mismos votaron.
Quien crea que los gintonics se van a jugar un dineral por los cuatro monos de la Roca, es que no los conoce. Yo sí, he estado allí tres veces y he trabajado con ellos.
Gibraltar sigue ahí, no por méritos del Reino Unido, sino por la actitud de los españoles: si dejase la lengua suelta, la palabra que me viene a la mente es traición.
Y no es una palabra floja, en el Derecho Penal español sólo hay cinco palabras mayores: traidor, leproso, cornudo, sodomita y hereje, y también la palabra de cuatro letras, si se dijere a mujer casada.
No lo entiendo, sencillamente no me entra en la cabeza: veo, con pesar, que a gran parte de los españoles, a los que forzosamente tendremos que llamar así porque viven aquí al fin y la cabo, el tema no les importa nada: a los separatistas, a los que ven naciones por todas partes, que quisieran ver España descuartizada, ya me dirás qué les importa, lo mismo que a los perroflautas, pero es que además hay una gran masa que con tener su cervecita fría en la terraza, el resto se la sopla, y lo malo es que mi conciencia democrática me impone que sí, que ellos también tienen derecho a pensar así. Y en el entorno inmediato de la colonia la actitud de algunos es de simple colaboracionismo.
He llegado a pensar que a ciertas corrientes políticas incluso les complace tener ese asunto ahí, para poder restregárselo a los que se sienten dolidos con ello, un poco como lo de quitarle la Catedral de Córdoba a la Iglesia, hacerla mezquita, y regalarla a los musulmanes. Si, en esa linea lo veo.
O no, traición pura y simple, no hay otra explicación, creo.
Y la aduana de Melilla cincuenta días cerrada, y el vecino puerto de Beni Enzar beneficiándose de ello, puerto construido, para más escarnio, con fondos enviados por la Unión Europea.