Restauración de la Santa Inquisición
Publicado: 20 Abr 2017 16:30
Hace unos días estaba en una cafetería y presencié una escena curiosa.
En una mesa al lado de la mía había un par de chicas. Pidieron algo para merendar, según parece.
Luego me enteré de que una de ellas había pedido un emparedado vegetal -que como tal viene en la carta- y me enteré porque dieron tales voces que no era posible no enterarse, salvo que uno se tapara lo oídos.
Por lo visto les habían traído un emparedado vegetal con atún y huevo, que evidentemente no son vegetales, hasta ahí correcto. Lo que me sorprendió fue lo virulento y agresivo de la reacción. Yo creo que en el mismo caso me hubiera limitado a devolver el pedido a cocina, o tal vez simplemente hubiera sacado el atún y el huevo y me hubiera comido lo demás. Pero estas chicas, o mejor dicho una de ellas, se puso a gritar desaforadamente en medio del local (al principio creí que la estaban matando, porque yo estaba de espaldas y hasta oír los gritos no me volví) protestando porque ella era "vegana", que al parece es una clase de vegetarianos tal vez distinguidos por su fundamentalismo, y traerle atún y huevo era casi un intento de envenenarla.
La camarera no sabía dónde meterse, era una cría muy joven, de unos catorce años, y evidentemente hija de los dueños o algo por el estilo, que estaba allí ayudando al negocio familiar, ni siquiera se había quitado su uniforme del colegio. La pobre no acertaba a decir nada, sólo se puso colorada como un tomate y se miraba los pies, hasta que salió el cocinero.
Yo creo que el cocinero se portó bien, les ofreció cambiar el plato por otro cualquiera de la carta, sin ningún rastro de carnes animales, y sin cambiar el precio, pero se negaron en redondo, elevaron aún más la voz de tal modo que resultaba evidente que lo que querían es que todo el mundo se enterara, y amenazaron con denunciar al local, lo que efectivamente hicieron, estaba claro que nada de lo que dijera el cocinero iba a calmarlas.
Allí mismo llamaron a la policía municipal, que entró en el local cuando yo ya salía. Supongo que la cosa acabó en denuncia por ... ¿intento de envenenamiento?
Estamos apañados cuando nos gobiernen estos inquisidores, y creo que no falta ya mucho: casi prefiero a los talibanes, seguro que son más razonables.
En una mesa al lado de la mía había un par de chicas. Pidieron algo para merendar, según parece.
Luego me enteré de que una de ellas había pedido un emparedado vegetal -que como tal viene en la carta- y me enteré porque dieron tales voces que no era posible no enterarse, salvo que uno se tapara lo oídos.
Por lo visto les habían traído un emparedado vegetal con atún y huevo, que evidentemente no son vegetales, hasta ahí correcto. Lo que me sorprendió fue lo virulento y agresivo de la reacción. Yo creo que en el mismo caso me hubiera limitado a devolver el pedido a cocina, o tal vez simplemente hubiera sacado el atún y el huevo y me hubiera comido lo demás. Pero estas chicas, o mejor dicho una de ellas, se puso a gritar desaforadamente en medio del local (al principio creí que la estaban matando, porque yo estaba de espaldas y hasta oír los gritos no me volví) protestando porque ella era "vegana", que al parece es una clase de vegetarianos tal vez distinguidos por su fundamentalismo, y traerle atún y huevo era casi un intento de envenenarla.
La camarera no sabía dónde meterse, era una cría muy joven, de unos catorce años, y evidentemente hija de los dueños o algo por el estilo, que estaba allí ayudando al negocio familiar, ni siquiera se había quitado su uniforme del colegio. La pobre no acertaba a decir nada, sólo se puso colorada como un tomate y se miraba los pies, hasta que salió el cocinero.
Yo creo que el cocinero se portó bien, les ofreció cambiar el plato por otro cualquiera de la carta, sin ningún rastro de carnes animales, y sin cambiar el precio, pero se negaron en redondo, elevaron aún más la voz de tal modo que resultaba evidente que lo que querían es que todo el mundo se enterara, y amenazaron con denunciar al local, lo que efectivamente hicieron, estaba claro que nada de lo que dijera el cocinero iba a calmarlas.
Allí mismo llamaron a la policía municipal, que entró en el local cuando yo ya salía. Supongo que la cosa acabó en denuncia por ... ¿intento de envenenamiento?
Estamos apañados cuando nos gobiernen estos inquisidores, y creo que no falta ya mucho: casi prefiero a los talibanes, seguro que son más razonables.