De modo genérico:
En las esperas, aunque el cebadero sólo sea de maíz, en las fincas por las que he estado suelen verse bastantes. Sin moverte del sitio, sin buscarlos, sin cebarlos expresamente, en fin... No les tengo declarada la enemiga ni les disparo, a pesar de que se me solicita, se me insta y se me ruega.
El asunto del zorro es complejo. Depende de las zonas y cotos se ven más o menos. Si se limitaran a hacer de depredadores "sanitarios" o carroñeros, sólo harían bien y, desgraciadamente para ellos y para los cotos, no es así. Eso lo hacen, desde luego, pero como todos los cánidos, cazan mucho más de lo que pueden comer, para hacer despensa. Y aquí reside uno de los problemas que plantean. Como además son oportunistas y omnívoros prácticamente, se reproducen al calor de la pitanza como las moscas, casi siempre sin más limitaciones que las que imponemos los seres humanos. He visto alrededores de zorreras apestando, convertidas en cementerios con despojos de conejos y hasta de aves de corral que no sé de dónde han podido traer ni por asomo. En las zorreras hay de todo.
La verdad es que son avarientos, de ahí que hayan dado lugar a multitud de fábulas y cuentos.
Un ejemplo. Un día me dio por echar en un cebadero donde los jabalíes no estaban entrando (y siguieron sin entrar desde julio hasta septiembre porque se trasladan en esa época de zona) 10 ó 12 albaricoques. Pues nada, esa misma noche entra una zorra, lustrosa de cojones. Entró temblando de gusto (literalmente).
Dejo el rifle y me dedico a observarla. Mira para todos sitios y rápida como el rayo, le da dos o tres mordiscos a un albaricoque, lo coge y corre a escape. Pensé que algo la había asustado, pero no. Veo que a pocos metros, escarba a todo tren y entierra (terreno margoso apelmazado y duro) el fruto. A renglón seguido repite la maniobra, enterrando otro en lugar distinto. Y así sucesivamente hasta que se agotó el fruto y ella también quedó fundida. Les daba uno o dos mordiscos, los cogía, salía por patas y los enterraba todos en lugares más o menos próximos pero distintos.

Cerca de donde cazo, con bastante conejo, había un coto que era una joya. Parecía que había conejos y menor por maldición. Por cosas raras, aquello deja de ser coto, no se caza y... se ha transformado en un coto, sí, pero de zorras. Do moran y tienen como base para hacer razzias en otras fincas, pues de la menor allí sólo queda el recuerdo.
En otra finca que tenemos dejada a "lo suyo", en plan ecolojeta y tal, la menos tienes que buscarla con lupa, pero zorras sí ves. A los lebratos no les dan cuartel y los conejillos están reducidos a un ramblizo de tarays de donde no salen ni dándoles lumbre.
Todo tiene su término medio e incluso si no recuerdo mal hay recomendado un número de zorros por hectárea. Donde hay caza hay que mantenerlos siempre a raya y deberían cazarse todo el año (no me lapideis, que ya he dicho que no les disparo, ni los toco, como no sea con los prismáticos) o gran parte de él.
Y luego están los problemas fitosanitarios... Creo que si los cazadores no les diesen caza, acaban con la menor y, además, transmitirían fácilmente muchas epizootias, entre las que la rabia no sería una menudencia.
Saludos