Animales en la carretera anécdotas.
Publicado: 17 Oct 2023 19:35
Hola compañeros, hace tiempo que no entro.
He decidido abrir el hilo en caza y no en general dado que aquí supongo que los foreros estarán más acostumbrados al comportamiento de los animales salvajes en carretera. Aunque me valen domésticos. La intención es recopilar experiencias y anécdotas para saber cómo actuar ante la invasión de la vía por parte de animales o simplemente compartir historias.
Empiezo yo:
1- Tras 700km de viaje -y lo que quedaba- circulaba por una nacional de Soria a velocidad ligeramente inferior a la genérica de la vía, justo antes del amanecer. Algo, ni idea de qué, no pude verlo bien, saltó limpiamente desde la cuneta derecha POR ENCIMA DEL COCHE. El susto me dejó como si acabase de dormir 12 horas en la cama de un Hilton.
2- Comarcal con la señora camino del pueblo. Velocidad adecuada a la vía por debajo de su límite -no hay tráfico, no molestas por ir a crucero de paseo- Otoño, cinco de la tarde más o menos. Pues sale un jabalí por la derecha, freno, no demasiado, como digo iba muy despacio. Pues el cochino se pone a trotar, ojo, no a correr, a trotar, delante del coche siguiendo la carretera como si fuera un vehículo más, por la derecha, sólo le faltaban intermitentes. Yo no las tenía todas conmigo de adelantarlo, por las curvas ciegas y porque no fuera a hacer un extraño. Pues llegado a un punto 100 o 150mts más adelante se para, olfatea, MIRA A LOS LADOS y cruza a la cuneta de la izquierda y se pierde en el carrascal.
3- Oveja en comarcal. De noche: lo bueno: reflejan la luz de los faros una barbaridad. Lo malo: no se va a apartar. Puedes pitar, darle largas, gritar, nada. Me tocó meter el coche en la casi inexistente cuneta, con los intermitentes y las luces de posición y arrastrar al bicho hasta bien entrado un campo de cereal.
Otra de ovejas y carretera. Mi señora haciendo compras en un súper de pueblo, éste quedaba en un cruce de comarcales. Me estoy fumando un cigarrillo afuera y oigo como una especie de ejército a paso ligero y los alaridos de un pastor jovencillo, los perros de cachondeo. Eran como doscientas ovejas juntas, al galope, a cincuenta metros del cruce con la comarcal "principal". Como nunca he tenido el mínimo sentido común me puse en medio de la calle/carretera, flexioné las rodillas con las piernas abiertas, puse los brazos en cruz y grité con todos mis pulmones: AHHHHHHHHHH!!!! Y, amigos, pararon en seco. Los perros salieron huyendo. A mi espalda pasaron varios coches, alguno se las habría llevado puestas.
Bonus: Yo era alguacil del pueblo cuando nos dio por hacernos los "neo rurales" -éramos jóvenes sin hijos. Pese a que el Municipio no pasaba de los 170 habitantes las subvenciones europeas nos dotaron de piscina y pista de tenis. Bueno, el único que usaba regularmente la pista de tenis para caminar por ella era el señor Andrés, de ochenta y muchos, para que le bajara mejor el Sintrón -ni son, decía él- a eso de las siete de la mañana en el verano. Su hermano había estado liado en la operación Galaxia y acabó sus días en la Isla de Pascua, pero ésa es otra historia. Un día yo andaba por allí limpiando hojarasca etc levanto la cabeza y veo que se está defendiendo de un chucho o algo de tamaño similar que lo seguía, a bastonazos. Me incorporo, y me percato de que era un BUITRE, enorme, intentando picotearlo. La cosa es que me acerco a la carrera haciendo aspavientos y el pájaro nada. Nos quedamos el Señor Andrés y yo frente al ave, que no mostraba signos de rendirse. Pues nada, llamo al 112 y a los diez minutos aparece una patrulla de la GC con dos chavales de veintipocos. El Señor Andrés blandiendo el bastón, yo haciendo mi "AHHHHHHHHHHH" y el bicho nada, no daba un paso atrás. Pararon el coche, un todoterreno del copón, como a un metro del buitre, salen los dos, uno por cada lado, y el pajarraco pegó un bote, se subió al techo de la patrulla, defecó, y se fue volando tan ricamente. Los cuatro humanos en la pista de tenis nos miramos y no dijimos nada. No había heridos. Ni animales, siquiera. Bueno, el coche quedó un poco sucio.
Comenten si quieren, sus experiencias, si no, espero que el relato les haya entretenido.
Un saludo!
He decidido abrir el hilo en caza y no en general dado que aquí supongo que los foreros estarán más acostumbrados al comportamiento de los animales salvajes en carretera. Aunque me valen domésticos. La intención es recopilar experiencias y anécdotas para saber cómo actuar ante la invasión de la vía por parte de animales o simplemente compartir historias.
Empiezo yo:
1- Tras 700km de viaje -y lo que quedaba- circulaba por una nacional de Soria a velocidad ligeramente inferior a la genérica de la vía, justo antes del amanecer. Algo, ni idea de qué, no pude verlo bien, saltó limpiamente desde la cuneta derecha POR ENCIMA DEL COCHE. El susto me dejó como si acabase de dormir 12 horas en la cama de un Hilton.
2- Comarcal con la señora camino del pueblo. Velocidad adecuada a la vía por debajo de su límite -no hay tráfico, no molestas por ir a crucero de paseo- Otoño, cinco de la tarde más o menos. Pues sale un jabalí por la derecha, freno, no demasiado, como digo iba muy despacio. Pues el cochino se pone a trotar, ojo, no a correr, a trotar, delante del coche siguiendo la carretera como si fuera un vehículo más, por la derecha, sólo le faltaban intermitentes. Yo no las tenía todas conmigo de adelantarlo, por las curvas ciegas y porque no fuera a hacer un extraño. Pues llegado a un punto 100 o 150mts más adelante se para, olfatea, MIRA A LOS LADOS y cruza a la cuneta de la izquierda y se pierde en el carrascal.
3- Oveja en comarcal. De noche: lo bueno: reflejan la luz de los faros una barbaridad. Lo malo: no se va a apartar. Puedes pitar, darle largas, gritar, nada. Me tocó meter el coche en la casi inexistente cuneta, con los intermitentes y las luces de posición y arrastrar al bicho hasta bien entrado un campo de cereal.
Otra de ovejas y carretera. Mi señora haciendo compras en un súper de pueblo, éste quedaba en un cruce de comarcales. Me estoy fumando un cigarrillo afuera y oigo como una especie de ejército a paso ligero y los alaridos de un pastor jovencillo, los perros de cachondeo. Eran como doscientas ovejas juntas, al galope, a cincuenta metros del cruce con la comarcal "principal". Como nunca he tenido el mínimo sentido común me puse en medio de la calle/carretera, flexioné las rodillas con las piernas abiertas, puse los brazos en cruz y grité con todos mis pulmones: AHHHHHHHHHH!!!! Y, amigos, pararon en seco. Los perros salieron huyendo. A mi espalda pasaron varios coches, alguno se las habría llevado puestas.
Bonus: Yo era alguacil del pueblo cuando nos dio por hacernos los "neo rurales" -éramos jóvenes sin hijos. Pese a que el Municipio no pasaba de los 170 habitantes las subvenciones europeas nos dotaron de piscina y pista de tenis. Bueno, el único que usaba regularmente la pista de tenis para caminar por ella era el señor Andrés, de ochenta y muchos, para que le bajara mejor el Sintrón -ni son, decía él- a eso de las siete de la mañana en el verano. Su hermano había estado liado en la operación Galaxia y acabó sus días en la Isla de Pascua, pero ésa es otra historia. Un día yo andaba por allí limpiando hojarasca etc levanto la cabeza y veo que se está defendiendo de un chucho o algo de tamaño similar que lo seguía, a bastonazos. Me incorporo, y me percato de que era un BUITRE, enorme, intentando picotearlo. La cosa es que me acerco a la carrera haciendo aspavientos y el pájaro nada. Nos quedamos el Señor Andrés y yo frente al ave, que no mostraba signos de rendirse. Pues nada, llamo al 112 y a los diez minutos aparece una patrulla de la GC con dos chavales de veintipocos. El Señor Andrés blandiendo el bastón, yo haciendo mi "AHHHHHHHHHHH" y el bicho nada, no daba un paso atrás. Pararon el coche, un todoterreno del copón, como a un metro del buitre, salen los dos, uno por cada lado, y el pajarraco pegó un bote, se subió al techo de la patrulla, defecó, y se fue volando tan ricamente. Los cuatro humanos en la pista de tenis nos miramos y no dijimos nada. No había heridos. Ni animales, siquiera. Bueno, el coche quedó un poco sucio.
Comenten si quieren, sus experiencias, si no, espero que el relato les haya entretenido.
Un saludo!