Buenas compañeros, seguimos tras los duendes.
Cuando no se colocan bien los tiros toca pistear.
Esta mañana realizabamos una entrada a unos cerezos situados en la linde del pinar. Conseguíamos localizar a una pareja de corzos pastando y aunque la situación del macho no era la apropiada decidimos realizar el disparo.
Confírmamos el impacto y el animal aparentemente no acusa el disparo y desaparece entre la espesura de arbustos, espinos y zarzas, tras llegar a la zona donde esté comía empezamos a ver los primeros rastros de sangre, las manchas indicas que el disparo se a quedado más bajo de lo que pensábamos, por lo que tomamos la decisión de "dejar que el animal se tumbé y se enfríe" para su posterior búsqueda evitando que pueda huir entre la maleza sin ser visto si lo realizamos ahora.
Volvimos por la tarde y en apenas 15 minutos Rol dio con el, lo complicado no fue eso, sino los 45 minutos que nos costó llegar hasta donde ambos se encontraban.
Al final todo esfuerzo tiene su recompensa.
Un saludo y buena caza.
Suele ser disparate levantar la liebre para que otro la mate.