A mí me gusta escabechar, y es precisamente esa la forma en la que el plomo hace más pupa. De todas formas, NUNCA - que yo sepa - me he dejado un perdigón, prefiero estropear y descartar trozos de carne, y lo hago a mano. Buscar perdigones es mucho menos trabajo que desplumar, por ejemplo.
El tema del plomo no sólo es porque sea el del cartucho que le abate, es también por los que quedan en los que dejamos "tocados", y que se van reabsorbiendo poco a poco en el animal vivo. También dicen que hay aves que los comen, pero eso lo veo un poco raro.
No he buscado mucho, pero saco de
éste informe algunas recomendaciones:
• Los niños menores de 6 años, mujeres embarazadas y mujeres que planeen quedarse embarazadas no deberían consumir carne procedente de animales cazados con munición de plomo, dado que los fragmentos de plomo no pueden eliminarse con total seguridad y que estos grupos de población son más sensibles a los efectos del plomo sobre la salud y la ingesta incluso de cantidades pequeñas puede ser perjudicial. El plomo puede afectar principalmente al SNC en desarrollo en los niños de corta edad cuando está presente en concentraciones inferiores a aquellas que pueden causar algún efecto adverso.
• A la hora de consumir la carne se debe recortar y eliminar la carne dañada por la munición así como una zona alrededor del canal de entrada dado que los fragmentos de plomo pueden dispersarse alrededor de la herida visible. Se debe eliminar también la carne dañada, decolorada o que contenga pelo, suciedad, restos de hierba, huesos visibles o fragmentos de plomo. En cuanto al lavado, aunque puede reducir el contenido de plomo en tejidos próximos a la herida de salida, estudios llevados a cabo han puesto de manifiesto que también puede extender la contaminación con plomo desde las zonas altamente contaminadas hacia otras zonas.
• En el caso de la carne picada, se debe limpiar la picadora de carne frecuentemente, preferiblemente antes de su uso con cada animal, dado que el plomo al ser un metal blando puede ser picado junto con la carne extendiendo la contaminación a un lote completo de carne picada.
Por supuesto, el plomo
NO se quita al cocer, ni es suficiente con escupir el perdigón antes de dar trabajo al dentista.
Resumiendo : Una perdiz salvaje que uno mismo ha cazado y amorosamente escabechado es un placer de dioses. Pero cuidadito...