LOS TRES REYES. Por Arturo Pérez Reverte
Publicado: 07 Jul 2013 13:02
Los tres reyes. Por
> Arturo Pérez Reverte
>
>
>
> ....Ya ni siquiera se estudia en los colegios, creo. Moros
> y cristianos
> degollándose, nada menos. Carnicería sangrienta. Ese medioevo
> fascista, etcétera. Pero es posible que, gracias a aquello,... mi
> hija no lleve hoy velo cuando sale a la calle.
>
> Ocurrió hace casi ocho siglos justos, cuando tres reyes españoles
> dieron, hombro con hombro, una carga de caballería que cambió la
> historia de Europa. El próximo 16 de julio se cumple el 798
> aniversario de aquel lunes del año 1212 en que el ejército almohade
> del Miramamolín Al Nasir, un ultrarradical islámico que había jurado
> plantar la media luna en Roma, fue destrozado por los cristianos
> cerca de Despeñaperros. Tras proclamar la yihad -seguro que el
> término les suena- contra los infieles, Al Nasir había cruzado con
> su ejército el estrecho de Gibraltar, resuelto a reconquistar para
> el Islam la España
> cristiana e invadir una Europa -también esto les suena, imagino-
> debilitada e indecisa.
>
>
>
> Los paró un rey castellano, Alfonso VIII. Consciente de
> que en España al enemigo pocas veces lo tienes enfrente, hizo que
> el papa de Roma proclamase aquello cruzada contra los sarracenos,
> para evitar que, mientras guerreaba contra el moro, los reyes de
> Navarra y de León, adversarios suyos, le jugaran la del chino,
> atacándolo por la espalda. Resumiendo mucho la cosa, diremos que
> Alfonso de Castilla consiguió reunir en el campo de batalla a unos
> 27.000 hombres, entre los que se contaban algunos voluntarios
> extranjeros, sobre todo franceses, y los duros monjes soldados de
> las órdenes militares españolas. Núcleo principal eran las milicias
> concejiles castellanas -tropas populares, para entendernos- y 8.500
> catalanes y aragoneses traídos por el rey Pedro II de Aragón; que,
> como gentil caballero que era, acudió a socorrer a su vecino y
> colega. A última hora, a regañadientes y por no quedar mal, Sancho
> VII de Navarra se presentó con una reducida peña de doscientos
> jinetes -Alfonso IX de León se quedó en casa-. Por su parte, Al
> Nasir alineó casi 60.000 guerreros entre soldados norteafricanos,
> tropas andalusíes y un nutrido contingente de voluntarios fanáticos
> de poco valor militar y escasa disciplina: chusma a la que el rey
> moro, resuelto a facilitar su viaje al anhelado paraíso de las
> huríes, colocó en primera fila para que se comiera el primer
> marrón, haciendo allí de carne de lanza.
>
>
>
> La escabechina, muy propia de aquel tiempo feroz, hizo
> época. En el cerro de los Olivares, cerca de Santa Elena, los
> cristianos dieron el asalto ladera arriba bajo una lluvia de
> flechas de los temibles arcos almohades, intentando alcanzar el
> palenque fortificado donde Al Nasir, que sentado sobre un escudo
> leía el Corán, o hacía el paripé de leerlo -imagino que tendría
> otras cosas en la cabeza-, había plantado su famosa tienda roja. La
> vanguardia cristiana, mandada por el vasco Diego López de Haro, con
> jinetes e infantes castellanos, aragoneses y navarros, deshizo la
> primera línea enemiga y quedó frenada en sangriento combate con la
> segunda. Milicias como la de Madrid fueron casi aniquiladas tras
> luchar igual que leones de la Metro Goldwyn
> Mayer. Atacó entonces la segunda oleada, con los veteranos
> caballeros de las órdenes militares como núcleo duro, sin lograr
> romper tampoco la resistencia moruna. La situación empezaba a ser
> crítica para los nuestros -porque sintiéndolo mucho, señor
> presidente, allí los cristianos eran los nuestros-; que,
> imposibilitados de maniobrar, ya no peleaban por la victoria, sino
> por la vida. Junto a López de Haro, a quien sólo quedaban cuarenta
> jinetes de sus quinientos, los caballeros templarios, calatravos y
> santiaguistas, revueltos con amigos y enemigos, se batían como gato
> panza arriba. Fue entonces cuando Alfonso VII, visto el panorama,
> desenvainó la espada, hizo ondear su pendón, se puso al frente de
> la línea de reserva, tragó saliva y volviéndose al arzobispo
> Jiménez de Rada gritó: «Aquí, señor obispo, morimos todos». Luego,
> picando espuelas, cabalgó hacia el enemigo. Los reyes de Aragón y
> de Navarra, viendo a su colega, hicieron lo mismo. Con vergüenza
> torera y un par de huevos, ondearon sus pendones y fueron a la
> carga espada en mano. El resto es Historia: tres reyes españoles
> cabalgando juntos por las lomas de Las Navas, con la exhausta
> infantería gritando de entusiasmo mientras abría sus filas para
> dejarles paso. Y el combate final en torno al palenque, con la
> huida de Al Nasir, el degüello y la victoria.
>
>
>
> ¿Imaginan la película?... ¿Imaginan ese material en
> manos de ingleses, o norteamericanos?.. Supongo que sí. Pero tengan
> la certeza de que, en este país imbécil, acomplejado de sí mismo,
> gobernado por políticos aún más imbéciles carentes de toda
> identidad...no la rodará ninguna televisión, ni la subvencionará
> jamás ningún ministerio de Educación, ni de Cultura, porque aquí no
> habría despelote ni mariconeo, sino gente real que por amar a
> su tierra luchaban a morir.
>
>
>
>
> Ojo!
> Importante!
>
>
>
>
>
> Tardamos
> 8 SIGLOS, o sea, 800 AÑOS!! en echarles de la península,
> nuestra tierra! Fue por nuestra desunión, porque España la formaban
> distintos reinos y no uno solo. Combatíamos entre nosotros
> -como ahora con las 17 autonomías innecesarias- y no tuvimos un solo
> Rey, una sola nación, un único mando militar para expulsarles,
> de eso se aprovecharon durante 8 siglos! y ellos, los de la media
> luna sí que lo recuerdan, por eso se aprovechan, de nuestra
> actual desunión, para una segunda invasión silenciosa... bajo la
> permisividad de políticos de bajo perfil, acomplejados, miedosos de
> llamar las cosas por su nombre..., nada que ver con aquellos
> valerosos guerreros cristianos que combatieron y derramaron su
> sangre para.... nada!
>
>
>
>
>
> Ellos
> recuerdan nuestra desunión, la misma que tenemos ahora y que muchos
> políticos fomentan! Y ellos lo saben... y de paso, se frotan las
> manos, se ríen y se aprovechan para su segunda invasión...
>
>
>
>
>
> Nosotros
> hemos olvidado la historia, pero ellos no.... mal asunto.
> Arturo Pérez Reverte
>
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>
> ....Ya ni siquiera se estudia en los colegios, creo. Moros
> y cristianos
> degollándose, nada menos. Carnicería sangrienta. Ese medioevo
> fascista, etcétera. Pero es posible que, gracias a aquello,... mi
> hija no lleve hoy velo cuando sale a la calle.
>
> Ocurrió hace casi ocho siglos justos, cuando tres reyes españoles
> dieron, hombro con hombro, una carga de caballería que cambió la
> historia de Europa. El próximo 16 de julio se cumple el 798
> aniversario de aquel lunes del año 1212 en que el ejército almohade
> del Miramamolín Al Nasir, un ultrarradical islámico que había jurado
> plantar la media luna en Roma, fue destrozado por los cristianos
> cerca de Despeñaperros. Tras proclamar la yihad -seguro que el
> término les suena- contra los infieles, Al Nasir había cruzado con
> su ejército el estrecho de Gibraltar, resuelto a reconquistar para
> el Islam la España
> cristiana e invadir una Europa -también esto les suena, imagino-
> debilitada e indecisa.
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>
> Los paró un rey castellano, Alfonso VIII. Consciente de
> que en España al enemigo pocas veces lo tienes enfrente, hizo que
> el papa de Roma proclamase aquello cruzada contra los sarracenos,
> para evitar que, mientras guerreaba contra el moro, los reyes de
> Navarra y de León, adversarios suyos, le jugaran la del chino,
> atacándolo por la espalda. Resumiendo mucho la cosa, diremos que
> Alfonso de Castilla consiguió reunir en el campo de batalla a unos
> 27.000 hombres, entre los que se contaban algunos voluntarios
> extranjeros, sobre todo franceses, y los duros monjes soldados de
> las órdenes militares españolas. Núcleo principal eran las milicias
> concejiles castellanas -tropas populares, para entendernos- y 8.500
> catalanes y aragoneses traídos por el rey Pedro II de Aragón; que,
> como gentil caballero que era, acudió a socorrer a su vecino y
> colega. A última hora, a regañadientes y por no quedar mal, Sancho
> VII de Navarra se presentó con una reducida peña de doscientos
> jinetes -Alfonso IX de León se quedó en casa-. Por su parte, Al
> Nasir alineó casi 60.000 guerreros entre soldados norteafricanos,
> tropas andalusíes y un nutrido contingente de voluntarios fanáticos
> de poco valor militar y escasa disciplina: chusma a la que el rey
> moro, resuelto a facilitar su viaje al anhelado paraíso de las
> huríes, colocó en primera fila para que se comiera el primer
> marrón, haciendo allí de carne de lanza.
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>
> La escabechina, muy propia de aquel tiempo feroz, hizo
> época. En el cerro de los Olivares, cerca de Santa Elena, los
> cristianos dieron el asalto ladera arriba bajo una lluvia de
> flechas de los temibles arcos almohades, intentando alcanzar el
> palenque fortificado donde Al Nasir, que sentado sobre un escudo
> leía el Corán, o hacía el paripé de leerlo -imagino que tendría
> otras cosas en la cabeza-, había plantado su famosa tienda roja. La
> vanguardia cristiana, mandada por el vasco Diego López de Haro, con
> jinetes e infantes castellanos, aragoneses y navarros, deshizo la
> primera línea enemiga y quedó frenada en sangriento combate con la
> segunda. Milicias como la de Madrid fueron casi aniquiladas tras
> luchar igual que leones de la Metro Goldwyn
> Mayer. Atacó entonces la segunda oleada, con los veteranos
> caballeros de las órdenes militares como núcleo duro, sin lograr
> romper tampoco la resistencia moruna. La situación empezaba a ser
> crítica para los nuestros -porque sintiéndolo mucho, señor
> presidente, allí los cristianos eran los nuestros-; que,
> imposibilitados de maniobrar, ya no peleaban por la victoria, sino
> por la vida. Junto a López de Haro, a quien sólo quedaban cuarenta
> jinetes de sus quinientos, los caballeros templarios, calatravos y
> santiaguistas, revueltos con amigos y enemigos, se batían como gato
> panza arriba. Fue entonces cuando Alfonso VII, visto el panorama,
> desenvainó la espada, hizo ondear su pendón, se puso al frente de
> la línea de reserva, tragó saliva y volviéndose al arzobispo
> Jiménez de Rada gritó: «Aquí, señor obispo, morimos todos». Luego,
> picando espuelas, cabalgó hacia el enemigo. Los reyes de Aragón y
> de Navarra, viendo a su colega, hicieron lo mismo. Con vergüenza
> torera y un par de huevos, ondearon sus pendones y fueron a la
> carga espada en mano. El resto es Historia: tres reyes españoles
> cabalgando juntos por las lomas de Las Navas, con la exhausta
> infantería gritando de entusiasmo mientras abría sus filas para
> dejarles paso. Y el combate final en torno al palenque, con la
> huida de Al Nasir, el degüello y la victoria.
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>
> ¿Imaginan la película?... ¿Imaginan ese material en
> manos de ingleses, o norteamericanos?.. Supongo que sí. Pero tengan
> la certeza de que, en este país imbécil, acomplejado de sí mismo,
> gobernado por políticos aún más imbéciles carentes de toda
> identidad...no la rodará ninguna televisión, ni la subvencionará
> jamás ningún ministerio de Educación, ni de Cultura, porque aquí no
> habría despelote ni mariconeo, sino gente real que por amar a
> su tierra luchaban a morir.
>
>
>
>
> Ojo!
> Importante!
>
>
>
>
>
> Tardamos
> 8 SIGLOS, o sea, 800 AÑOS!! en echarles de la península,
> nuestra tierra! Fue por nuestra desunión, porque España la formaban
> distintos reinos y no uno solo. Combatíamos entre nosotros
> -como ahora con las 17 autonomías innecesarias- y no tuvimos un solo
> Rey, una sola nación, un único mando militar para expulsarles,
> de eso se aprovecharon durante 8 siglos! y ellos, los de la media
> luna sí que lo recuerdan, por eso se aprovechan, de nuestra
> actual desunión, para una segunda invasión silenciosa... bajo la
> permisividad de políticos de bajo perfil, acomplejados, miedosos de
> llamar las cosas por su nombre..., nada que ver con aquellos
> valerosos guerreros cristianos que combatieron y derramaron su
> sangre para.... nada!
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>
> Ellos
> recuerdan nuestra desunión, la misma que tenemos ahora y que muchos
> políticos fomentan! Y ellos lo saben... y de paso, se frotan las
> manos, se ríen y se aprovechan para su segunda invasión...
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> Nosotros
> hemos olvidado la historia, pero ellos no.... mal asunto.