Ilustres incompetentes
Publicado: 17 Nov 2014 01:49
¿No tenéis la impresión de que existen por ahí muchos “ilustres incompetentes?, es decir, personajes históricos muy reverenciados (y que en bastantes casos tienen calles y estatuas dedicadas), pero que, en vuestra opinión, fueron nefastos para sus respectivos países?
Para empezar, Patrick (Pedraigh en gaélico) Pearse, líder de la Insurrección Irlandesa de 1916: en Irlanda es reverenciado como un héroe, pero en mi opinión, lo único que hizo fue conseguir, con gran coste de vidas, lo que se hubiera podido conseguir pacíficamente en pocos años: las reformas agrarias de finales del Siglo XIX habían llevado una cierta prosperidad a Irlanda, después de desastres como la Hambruna de la Patata de 1845. Los irlandeses habían conseguido la igualdad de derechos para los católicos, y el Partido Parlamentario Irlandés (partidario de la autonomía de Irlanda) tenía una nutrida representación en el Parlamento Británico. De hecho, había un acuerdo entre dicho partido y los partidos Liberal y Laborista para conceder la autonomía (Home Rule) a Irlanda. Dicho plan quedó congelado con el estallido de la I Guerra Mundial, pero había el compromiso de retomarlo al acabar la contienda.
Este había sido el primer paso para el autogobierno de otras colonias británicas como Canadá, Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica, que luego se constituyeron en “Dominions” (formalmente bajo la soberanía británica, pero independientes de facto) y, finalmente, en países independientes. Es posible que Irlanda hubiera seguido el mismo camino…
… pero para Pearse y otros radicales, eso no era bastante, así que organizaron el levantamiento contra los británicos de 1916. El resultado fueron muchos muertos y Dublín medio destruido. Los irlandeses, al principio, rechazaron mayoritariamente la intentona de Pearse, pero la brutal represión británica (otra gran metida de pata) terminó por hacerles cambiar de opinión.
¿El resultado? Una guerra de la independencia sangrienta, seguida de una guerra civil (entre los partidarios de aceptar la oferta británica de convertir Irlanda en un “dominion” y los intransigentes) todavía más cruel y enconada, cuyos efectos aún se sentían hace pocos años (los dos partidos tradicionales de Irlanda, el Fianna Fail y el Fine Gael , tienen su origen en los dos bandos de la guerra civil). Además, los condados de mayoría protestante (el Ulster) optaron por permanecer unidos a Gran Bretaña, con toda la violencia posterior…
¡Buen trabajo, señor Pearse!
Otro qué tal, el presidente peruano Mariano Prado, quien, por pura ambición personal, inició una guerra civil para derribar al presidente anterior, al que acusaba de demasiado blando con España. Llevó a Perú a la Guerra del Pacífico contra España, que terminó con graves daños para Perú, pero por si no fuera poco, diez años después, y de nuevo en el poder, firmó una alianza con Bolivia contra Chile que llevó a la Segunda Guerra del Pacífico, en la que Chile derrotó clamorosamente a ambos aliados y dobló su territorio a costa de Perú y Bolivia.
Peor aún fue el presidente paraguayo Francisco Solano López (considerado un héroe nacional en Paraguay), que se las apañó para meter a su país en una guerra contra Argentina, Brasil y Uruguay (la Guerra de la Triple Alianza)… suena a “Andorra declara la guerra a Estados Unidos y Rusia”, pero es rigurosamente cierto. Paraguay perdió la mitad de su territorio y de su población (de los varones mayores de edad murió el 80%). ¿Cómo pueden tener como un héroe a semejante elemento?... por lo menos, tuvo el gesto de morir en combate y, a efectos prácticos, su muerte acabó con la guerra.
Por desgracia, en España también tenemos casos así: que nadie se ofenda, pero a pesar de tener calles dedicadas en muchas localidades españolas y de haber dado su nombre a dos buques de la Armada, tengo al almirante Pascual Cervera por un incompetente de tomo y lomo: rechazó sistemáticamente los consejos que le dieron tan buenos oficiales como Bustamante y Villaamil, y se empeñó en meter su escuadra en el puerto de Santiago de Cuba. Esto era un error táctico (porque el puerto tiene una entrada estrecha y retorcida, lo cual lo hace muy fácil de bloquear) y estratégico, pues convertía Santiago, con su escasa guarnición y sus deficientes defensas, en el punto focal de la campaña.
Y, cuando finalmente decidió salir a combatir, lo hizo de la peor manera posible: a pleno día y con los barcos saliendo en grandes intervalos, con lo que la batalla se convirtió en un tiro al blanco para la escuadra de Sampson y Schley. De acuerdo que sus fuerzas eran muy inferiores a las de la escuadra americana, pero tomó la peor de todas las opciones posibles (podía, por ejemplo, haber intentado burlar el bloqueo de noche, o esperado a una tormenta, o incluso haber lanzado a sus destructores a un ataque torpedero nocturno…).
EDITADO.
¿Qué opináis? ¿También tenéis a estos “ilustres personajes” por inútiles o veis argumentos para defenderles? ¿Se os ocurren más ejemplos?
Para empezar, Patrick (Pedraigh en gaélico) Pearse, líder de la Insurrección Irlandesa de 1916: en Irlanda es reverenciado como un héroe, pero en mi opinión, lo único que hizo fue conseguir, con gran coste de vidas, lo que se hubiera podido conseguir pacíficamente en pocos años: las reformas agrarias de finales del Siglo XIX habían llevado una cierta prosperidad a Irlanda, después de desastres como la Hambruna de la Patata de 1845. Los irlandeses habían conseguido la igualdad de derechos para los católicos, y el Partido Parlamentario Irlandés (partidario de la autonomía de Irlanda) tenía una nutrida representación en el Parlamento Británico. De hecho, había un acuerdo entre dicho partido y los partidos Liberal y Laborista para conceder la autonomía (Home Rule) a Irlanda. Dicho plan quedó congelado con el estallido de la I Guerra Mundial, pero había el compromiso de retomarlo al acabar la contienda.
Este había sido el primer paso para el autogobierno de otras colonias británicas como Canadá, Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica, que luego se constituyeron en “Dominions” (formalmente bajo la soberanía británica, pero independientes de facto) y, finalmente, en países independientes. Es posible que Irlanda hubiera seguido el mismo camino…
… pero para Pearse y otros radicales, eso no era bastante, así que organizaron el levantamiento contra los británicos de 1916. El resultado fueron muchos muertos y Dublín medio destruido. Los irlandeses, al principio, rechazaron mayoritariamente la intentona de Pearse, pero la brutal represión británica (otra gran metida de pata) terminó por hacerles cambiar de opinión.
¿El resultado? Una guerra de la independencia sangrienta, seguida de una guerra civil (entre los partidarios de aceptar la oferta británica de convertir Irlanda en un “dominion” y los intransigentes) todavía más cruel y enconada, cuyos efectos aún se sentían hace pocos años (los dos partidos tradicionales de Irlanda, el Fianna Fail y el Fine Gael , tienen su origen en los dos bandos de la guerra civil). Además, los condados de mayoría protestante (el Ulster) optaron por permanecer unidos a Gran Bretaña, con toda la violencia posterior…
¡Buen trabajo, señor Pearse!
Otro qué tal, el presidente peruano Mariano Prado, quien, por pura ambición personal, inició una guerra civil para derribar al presidente anterior, al que acusaba de demasiado blando con España. Llevó a Perú a la Guerra del Pacífico contra España, que terminó con graves daños para Perú, pero por si no fuera poco, diez años después, y de nuevo en el poder, firmó una alianza con Bolivia contra Chile que llevó a la Segunda Guerra del Pacífico, en la que Chile derrotó clamorosamente a ambos aliados y dobló su territorio a costa de Perú y Bolivia.
Peor aún fue el presidente paraguayo Francisco Solano López (considerado un héroe nacional en Paraguay), que se las apañó para meter a su país en una guerra contra Argentina, Brasil y Uruguay (la Guerra de la Triple Alianza)… suena a “Andorra declara la guerra a Estados Unidos y Rusia”, pero es rigurosamente cierto. Paraguay perdió la mitad de su territorio y de su población (de los varones mayores de edad murió el 80%). ¿Cómo pueden tener como un héroe a semejante elemento?... por lo menos, tuvo el gesto de morir en combate y, a efectos prácticos, su muerte acabó con la guerra.
Por desgracia, en España también tenemos casos así: que nadie se ofenda, pero a pesar de tener calles dedicadas en muchas localidades españolas y de haber dado su nombre a dos buques de la Armada, tengo al almirante Pascual Cervera por un incompetente de tomo y lomo: rechazó sistemáticamente los consejos que le dieron tan buenos oficiales como Bustamante y Villaamil, y se empeñó en meter su escuadra en el puerto de Santiago de Cuba. Esto era un error táctico (porque el puerto tiene una entrada estrecha y retorcida, lo cual lo hace muy fácil de bloquear) y estratégico, pues convertía Santiago, con su escasa guarnición y sus deficientes defensas, en el punto focal de la campaña.
Y, cuando finalmente decidió salir a combatir, lo hizo de la peor manera posible: a pleno día y con los barcos saliendo en grandes intervalos, con lo que la batalla se convirtió en un tiro al blanco para la escuadra de Sampson y Schley. De acuerdo que sus fuerzas eran muy inferiores a las de la escuadra americana, pero tomó la peor de todas las opciones posibles (podía, por ejemplo, haber intentado burlar el bloqueo de noche, o esperado a una tormenta, o incluso haber lanzado a sus destructores a un ataque torpedero nocturno…).
EDITADO.
¿Qué opináis? ¿También tenéis a estos “ilustres personajes” por inútiles o veis argumentos para defenderles? ¿Se os ocurren más ejemplos?