El sentido de la caza.
Publicado: 13 Jul 2008 11:53
El filosofo español José Ortega y Gasset se atrevió a desmenuzar el mundillo de la caza desde el pensamiento sereno y la capacidad genial, que pocos poseen, de saber poner los puntos sobre las íes. De esta forma, llenó de sentido muchos de los actos de la caza. Pero de entre lo mucho que sentenció hay una frase que reune el sentido de la caza de manera genial, una frase sencilla y simple que dice todo: CAZAR NO ES MATAR.
Esto es algo que no debe caer en saco roto porque es el resumen táctico de una actividad como la nuestra en la que la sociedad, imbuida en una sensibilidad exacerbada con respecto al concepto de la muerte ve con malos ojos nuestra actividad y cierra los mismos en tanto en cuanto su necesidad de consumir productos animales día a día.
La caza, tampoco es un deporte en si misma, nadie sale al campo a competir con otros, otra cosa es que su practica lleve la consecuencia de que se realice un esfuerzo físico, pero no va mas allá.
Por ultimo, cabe decir que el resultado de la caza puede ser la muerte de un animal, pero tambien podemos haber estado cazando y no haber abatido un animal. Porque a pesar de lo que muchos opinen, la caza no tiene como fin la muerte y posesión del animal. Ese es solo el posible resultado final, digamos que es la consecuencia posible de cazar.
A partir del desarrollo de estas ideas, la caza toma sentido, máxime hoy día donde la naturaleza está totalmente intervenida por el ser humano y el equilibrio que pretendemos que tenga ha de ser regulado por el hombre. En cuestiones de fauna salvaje es imprescindible la presencia del cazador para que este equilibrio sea real y efectivo. La caza se torna hoy, mas que nunca, en una gestión adecuada del medio tomando así sentido su propia existencia.
Quien no lo quiera ver así se engaña a si mismo o desconoce profundamente lo que es el campo actual y cómo se desarrollan en el mismo los procesos que consideramos naturales incluso bajo la atenta mirada y el ojo observador del "HOMO SAPIENS URBANICUS" o urbanita.
Siguiendo el hilo de la cuestión y de las definiciones siempre he dicho que la caza es un acto intelectual de acoso y persecución de animales del que emanan toda suerte de sentimientos y actuaciones y que produce en el individuo satisfacción y felicidad.
En ningún momento de esta definición me refiero a la consecuencia que puede ser la muerte de un animal o que, incluso, esta muerte satisfaga al cazador. No, la felicidad y satisfacción vienen de la practica, no de la consecuencia, por eso, porque existe una enorme confusión de términos, es por lo que la sociedad actual no suele tener en gran aprecio nuestra actividad venatoria.
Y en nuestras manos y con nuestros actos hemos de trabajar en pro del cambio de imagen social que necesitamos.
Perdón por el ladrillo.
Esto es algo que no debe caer en saco roto porque es el resumen táctico de una actividad como la nuestra en la que la sociedad, imbuida en una sensibilidad exacerbada con respecto al concepto de la muerte ve con malos ojos nuestra actividad y cierra los mismos en tanto en cuanto su necesidad de consumir productos animales día a día.
La caza, tampoco es un deporte en si misma, nadie sale al campo a competir con otros, otra cosa es que su practica lleve la consecuencia de que se realice un esfuerzo físico, pero no va mas allá.
Por ultimo, cabe decir que el resultado de la caza puede ser la muerte de un animal, pero tambien podemos haber estado cazando y no haber abatido un animal. Porque a pesar de lo que muchos opinen, la caza no tiene como fin la muerte y posesión del animal. Ese es solo el posible resultado final, digamos que es la consecuencia posible de cazar.
A partir del desarrollo de estas ideas, la caza toma sentido, máxime hoy día donde la naturaleza está totalmente intervenida por el ser humano y el equilibrio que pretendemos que tenga ha de ser regulado por el hombre. En cuestiones de fauna salvaje es imprescindible la presencia del cazador para que este equilibrio sea real y efectivo. La caza se torna hoy, mas que nunca, en una gestión adecuada del medio tomando así sentido su propia existencia.
Quien no lo quiera ver así se engaña a si mismo o desconoce profundamente lo que es el campo actual y cómo se desarrollan en el mismo los procesos que consideramos naturales incluso bajo la atenta mirada y el ojo observador del "HOMO SAPIENS URBANICUS" o urbanita.
Siguiendo el hilo de la cuestión y de las definiciones siempre he dicho que la caza es un acto intelectual de acoso y persecución de animales del que emanan toda suerte de sentimientos y actuaciones y que produce en el individuo satisfacción y felicidad.
En ningún momento de esta definición me refiero a la consecuencia que puede ser la muerte de un animal o que, incluso, esta muerte satisfaga al cazador. No, la felicidad y satisfacción vienen de la practica, no de la consecuencia, por eso, porque existe una enorme confusión de términos, es por lo que la sociedad actual no suele tener en gran aprecio nuestra actividad venatoria.
Y en nuestras manos y con nuestros actos hemos de trabajar en pro del cambio de imagen social que necesitamos.
Perdón por el ladrillo.