Para dar la bienvenida al nuevo formato, hoy os voy a hacer una confesión. Se trata de algo muy personal. Incluso os diré que me he tomado mi tiempo para decidirme acerca de la conveniencia de haceros esta confesión en público. Las repercusiones que pudiera tener son incalculables. Pues bien, os confieso que he cometido este verano una terrible INFIDELIDAD.

Comenzaré hablando de ella, cómo la conocí y cómo se me presentó.

CAPÍTULO I

Al principio comencé a oír simplemente a hablar de ella. Acababa de aparecer en escena, era nueva en la ciudad, pero su llegada produjo cierta repercusión, incluso mediática.
Unos la habían visto pasar, otros hablaban de ella sólo por referencias de aquellos que la habían conocido. Sólo unos pocos privilegiados habían podido conocerla en persona, y se mostraban encantados con su aparente fragilidad pero gran personalidad y contundencia en los argumentos. Era perfecta en las distancias cortas, pero discreta al mismo tiempo si la situación lo requería. Sabía pasar desapercibida entre la multitud si lo necesitaba, pero a medida que te fijabas en ella, sus formas se mostraban excitantes y armoniosas, se le adivinaban sus encantos, su presencia envolvía.

Cierto es que había otras más veteranas que ella igualmente atractivas. Algunas muy admiradas desde tiempo atrás, y cuyos encantos muchos habían podido comprobar y alabar, por lo que el listón estaba alto. Pero ella venía silenciosa, dejándose ver poco a poco, sabiéndose segura de sí misma y de sus posibilidades.
Tenía todo el tiempo del mundo por delante, era joven, bella, y estaba formada por maestros expertos. No por casualidad venía de una de las mejores familias, esto le proporcionaba una mayor atractivo y se sabía bien el papel, estaba perfectamente aleccionada. Pronto pasaría a ser una de las más deseadas, las más ansiadas. Por sus competidoras la más odiada y envidiada. Había venido a desbancar a sus antecesoras por muy atractivas y preparadas que estuvieran. Había venido a romper parejas, a romper corazones por muy afianzados que estuvieran. Había venido a arrasar, y no dejaría que nada se antepusiera. Estaba dispuesta a todo.

Mientras, yo permanecía ajeno a su atractivo. A medida que pasaba el tiempo ella se me iba haciendo más conocida. Era inevitable dado que el reloj corría deprisa y ella se abría camino sin perder un segundo. Un día era buscada por unos, otro aclamada por otros. Quienes la conocían quedaban prendados...y yo no terminaría siendo diferente al resto.
No pasaría mucho tiempo sin que llegaran a presentármela.

Al principio, cuando por fin la conocí gracias a un amigo común que tuvo la amabilidad de presentarnos, aunque no se me escaparon algunos de sus atractivos detalles, he de reconocer que aún no llegó a impactarme del todo. Reconozco que me resultó atractiva, que de alguna manera me produjo cierto bienestar el verme acompañado por ella, sobretodo después de saberla por muchos deseada, por muchos admirada, a algunos tan sólo entregada...a tan pocos entregada...()

(Continuará.....)

Pero dinos de quien se trata canalla

¿Tú has visto que la autora de Harry Potter le haya casado con Hermión en el primer capitulo? Deberás esperar al desarrollo del relato. Pronto el siguiente capítulo...

Saludos

Capítulo II

Sí, lo reconozco, no es que pueda yo presumir de no haber cometido infidelidades en el pasado. No miento si os digo que he tenido numerosas parejas, aunque tampoco es mi deseo mostrarme como un rompecorazones o simplemente aparentar ser un promiscuo falto de principios y sin posibilidades de mantener un compromiso serio. De hecho, diré en mi defensa que a pesar de las muchas parejas que he tenido, me considero un tipo digno de confianza. Lo que me ocurre en realidad es que me desenamoro tan rápido como me enamoro. En el fondo creo que soy un romántico. Me gusta sentir el amor inicial, la emoción, ese sentimiento de tener gusanos en el estómago cuando pienso en mi pareja y en nuestro próximo encuentro. Lo que me ocurre es que después me siento acostumbrado. Quizás soy poco dado a la rutina y por eso me aventuro enseguida a nuevas emociones...a nuevas compañías.

En los últimos meses me encontraba yo muy a gusto con mi pareja. Me sentía seguro y bien acompañado. Creo de hecho que estábamos hechos el uno para el otro, y nada podía presagiar entonces que nuevamente mis sentimientos se iban a ver perturbados por la presencia aún lejana pero acechante de otra. De todos modos este no era sino un espejismo a tenor de lo que estaba por suceder.

Mi pareja en este momento parecía perfecta. Ya llevábamos bastante tiempo juntos, sobretodo teniendo en cuenta que sus antecesoras me habían durado poco, pues aunque ciertamente atractivas e increíblemente dispuestas no terminaba de cuajar del todo mi relación con ellas. Con esta era mi segunda intentona. Ya habíamos estado juntos antes. Si, no me juzguéis mal. Es verdad que yo la había cambiado por otra durante un tiempo, pero es que no podía quitármela de la cabeza. Me tenía realmente atrapado y durante el paréntesis que se produjo entre nuestra primera relación y la segunda, la verdad es que yo no había podido olvidarla.
En realidad estuve con otras dos desde la primera ruptura hasta nuestra nueva relación. Las dos eran compañeras excelentes, de gran categoría y compañeras sensacionales. Podéis tacharme de presumido o de soberbio, pero no os miento si os digo que mis parejas siempre han estado entre las más deseadas por todos. Me precio de tener un gusto exquisito, aunque al final quien más termina por fallar soy yo mismo.

Tampoco es que me considere un “Valentino” ni mucho menos, pero uno ha de aprovechar las oportunidades cuando se le presentan, ¿no es cierto?. Así que en esas me encontraba.

Bien, en mi segunda relación con mi pareja yo me estaba empezando a convencer de que ésta era mi pareja definitiva. Nos llevábamos bien, congeniábamos el uno con el otro. Teníamos momentos muy fructíferos en nuestras relaciones... Ya sabéis a qué me refiero, ¿no?. Si, seguro que si.
A pesar de ello, llegó un momento en que empezaron a surgirme algunas dudas. Otra vez me venía una especie de tintineo. Es como si de repente se produjera un “clic” y a partir de ese momento me empezara a incomodar algo. Como cuando uno no termina de encontrar postura en su sillón favorito. Y ese momento se fundió como en un crisol de sentimientos con la aparición en escena de ella.

Poco a poco, mi relación con mi pareja iba volviéndose nuevamente rutinaria, aunque yo en esta ocasión quería resistirme, ya que la amaba de verdad. Siempre me había parecido la compañía perfecta, sobretodo después de haberla dejado la primera vez y haber nuevamente vuelto con ella. Además en esta segunda ocasión, ella había cambiado. Se había hecho más madura y sus formas habían tomado un nuevo atractivo. Yo la miraba y me parecía irremplazable, pero las dudas...las malditas dudas...Y la nueva inquilina de mis pensamientos... Empezaba a surgir en mi de nuevo ese extraño sentimiento. Esa culpa...

(Continuará...)

Este va a ser el culebrón del verano pero Sr. Promiscuo, díme ya ¡¡¡QUIEN ES!!!.

Me río de las telenovelas venezolanas .

Saludos,

bueno, bueno kermit.
Osea que has dejado a la sueca por otra??? cuentamé eso que me interesa mucho porque yo conozco a 2 que se se han enrollado con 2 suecas jovenes y sin experiencia....
Yo creo que la infidelidad se paga de una u otra manera, se nota que estoy casado además de con Rakel enrollado con 2 italianas....


ai, ai,ai, canta y no llores

Kermit eres un crack!!

Buen intento, chicos, pero tendréis que permanecer atento a la aparición de nuevos capítulos. Ahora tengo al guionista en proceso recopilatorio. He de ordenar los tiempos, las ideas para dar forma al relato. Pronto sacaré la siguiente entrega. Permanezcan atentos a sus pantallas.....

Saludos

Capítulo III

No, quizás no sea aún el momento de desvelar todos y cada uno de mis sentimientos y emociones. Tampoco el de airear mis más recónditos secretos. Llegará más tarde, cuando no me quede mas remedio que explicar los porqués de mis acciones. Algunas tal vez inexplicables, puede que reprochables. Incluso bochornosas.

Ya he comentado antes que mi vida atravesaba momentos dulces con mi pareja, o al menos así lo creía yo. Tenía seguridad, cierta estabilidad.
Ante mis amigos y conocidos mostraba mi cara amable, quería que se me viera como a un tipo seguro de sí mismo y fiel a sus principios. También mi imagen había cambiado. Estaba obligado a corresponder a mi pareja dado que era mucho su atractivo. Buena figura, segura de si misma, descendiente de una de las mejores familias de la historia nada menos. Un bombón. Para una gran mayoría era el objetivo más alto que podía alcanzarse. Y no les faltaban motivos para pensarlo. Quizás otras pasen por ser más coquetas y sepan disfrazar mejor sus defectos vistiéndose de vivos colores, o llenándose de accesorios superfluos que a la larga resultas inservibles y excesivos para sus compañeros. O simplemente ellos no saben o no son capaces de sacar partido de sus queridas. No, no tienen la preparación suficiente o carecen de la habilidad para sacarles partido, o simplemente están restringidos a un reducido grupo de expertos, de profesionales en la materia se podría decir. Así que la mayoría tiene únicamente lo que le permiten y usan lo que saben o simplemente lo que les dejan. Y poseen los accesorios para saciar sus instintos en la intimidad, sin que les vean. Como furtivos amantes solitarios.

Mi pareja no necesitaba de aditivos o añadiduras. Su belleza residía en su sobriedad y en su sencillez, aunque sus formas eran perfectas y su interior....su interior está reservado a mentes más eruditas en el mundo en que nos movemos. Cuando se dejaba observar por dentro era preciso desmenuzar sus encantos, comprender sus hechuras y admirar sus secretos íntimos. Imaginar por un momento los secretos íntimos de aquella que está elaborada por los mismísimos dioses del Olimpo, por los escultores de las más bellas figuras. Por los más expertos hacedores. Sus secretos, sus entradas....sus salidas, sus suaves movimientos al sentirse acariciada. Sus sonidos al notarse firmemente asida y sacudida.....Qué sonidos, que susurros... Mientras escribo esto todavía no me creo lo que llegué a hacerle. Casi aún me estremezco al pensar también en aquello que dejé a un lado a causa de mi mala cabeza y víctima de mi irrefrenable deseo de estrenar de nuevo a otra. Creo que eso es lo que me pierde, ese intenso deseo de estrenar de nuevo compañera. Por eso quizás, ahora que vais sabiendo más acerca de mis instintos mas abyectos, quizás ahora sí que podáis ser partícipes de mi secreto, mi gran secreto que me convierte en un personaje aún mas vil e infáme si es que cabe serlo....

(Continuará.....)

¿Con que zorrón te has liado?, ¿has abandonado a la Suiza? , bueno, si es así espero que no haya sufrido y por lo menos la respetes .

Un abrazo,

Ji,ji,ji. Veo que consigo manteneros intrigados . Está bien. Continuar esperando....

Saludos

Que has hechooooooooooo

Hola compañeros..

KERMIT, eres un mostruooooo...Genial... Eres un artista del guion... A que decias que te dedicabas.JJ

Bueno espero que TU, infidelidad , valga la pena, porque sino el divorcio con la Sueca, creo que te va a salir un poco caro.. Suelen tener muy mala sangre.

Saludos cordiales.

Un nuevo buen intento confundir Sueca con Suiza...Paciencia. El guión está en proceso. Pronto será la próxima entrega, pero es que hoy he estado liado (de curro y eso...)

Saluditos

Capítulo IV

Llegado este momento he sentido la necesidad de recapacitar. He de encontrar sentido a toda esta maraña de circunstancias en las que me veo rodeado por culpa de llevar el tipo de vida que llevo. De este modo es posible que finalmente consiga hallar un poco de orden entre tanto despropósito.
Ya empiezo a descubrirme como un personaje con ciertos desequilibrios. Así que voy perdiendo el temor a desenmascararme a mí mismo. Tal vez acabe por comprender muchas de las cosas que hago. Aunque tal vez ya las comprenda pero sienta que necesito compartirlo para que los demás lo hagan.

El motivo de mis infortunios es que llevo en realidad una doble vida. Si, señores, lo han leído bien. Una doble vida como puede imaginarse. O sea, que soy bígamo...lo que podría llegar a entenderse como un auténtico calavera.

Es que me resulta imposible dominar mis instintos. Por un lado estoy contando una infidelidad con mi pareja habitual. Esta es la que utilizo, pues no puede describirse de otra manera, para el devenir diario. Y como estoy contando, la adoraba, pero surgió de nuevo el deseo y me empecé a dejar llevar por él. Pero a este punto ya regresaremos en cuanto desvele por fin mi secreto.
Por otro lado tengo mi pareja de desenfreno, de escapadas de fin de semana y días de asueto, con quien consigo relaciones realmente excitantes y vibrantes.
Aunque mis parejas en esta faceta mía también han sufrido numerosas infidelidades, siempre me ha costado menos lanzarme a nuevas aventuras con ellas y me he sentido menos apegado. Hasta que surgió mi última conquista...
La verdad es que va a parecer que pretendo ser visto como un absoluto “dandy” pero lo cierto es que esta pareja es lo mejor de lo mejor. Tiene clase, mucha clase. Es tremendamente resuelta en acción. Algo para lo que está verdaderamente hecha. Tiene una gran personalidad y podría decirse que pasaría por ser una auténtica profesional, si no fuera porque llegar a tenerla como tal exige un esfuerzo supremo. Llegar a ella puede resultar excesivamente caro, por lo que conviene pensárselo uno mucho antes de tratar de conquistarla. Ahora bien, lo cierto es que vale su peso es oro, ya que con ella pueden alcanzarse elevadísimas cotas de satisfacción. Puede llegar a conseguir que uno alcance el éxtasis...el clímax. Digamos que una vez que he conseguido tener relación ella, ya nada puede hacerme disfrutar mas en mis momentos de euforia.

Físicamente es voluptuosa, de cuerpo firme y robusto. Dotada de grandes atributos que denotan una procedencia de primera categoría. Tiene un gran semblante y un cuerpo que al tacto resulta maravillosamente suave. Tanto en su exterior como en su interior, pues es como la mejor seda. Sus movimientos son de una extraordinaria ligereza. Como si el viento rozara las puntas de las espigas en un campo y creara formas curvadas y armoniosas...Tan sensible al notarse acariciada por un dedo que su estremecimiento le provoca un rugido de dolor y su semblante se dibuja como el perfil de una auténtica esfinge...Imposible de igualar a ninguna otra. Imposible de cambiar..

(Continuará....)

SIG 210

Yo creo que más hacia el Este.

Saludos,

Je, je. La historia se va perfilando poco a poco...

Saludos