Un padre y su hijo de ocho años esperaban que llegara el momento de su muerte arrodillados y con los ojos vendados cuando, ya en manos de los terroristas, su verdugo caía con un disparo en la cabeza. Sus dos compañeros del grupo terrorista eran también abatidos a los pocos segundos. El autor era un francotirador de las fuerzas especiales que había actuado desde las afueras del pueblo con un rifle de calibre 50, a 1.000 metros del lugar elegido por los yihadistas para difundir el terror. La misma fuente explica que el grupo había descartado la posibilidad de usar un dron porque habría puesto en peligro las vidas inocentes de los testigos, forzados a observar la masacre.
"El terrorista del ISIS que estaba a punto de matar al padre recibió un tiro en la cabeza y cayó abatido", continúa. "Todo el mundo se miró, confuso. El francotirador derribó entonces a los otros dos hombres armados con tres tiros. Alguien del gentío acudió entonces hacia el padre y el niño, les liberó los brazos y les quitó la venda de los ojos", relata. Ambos corrieron hacia la frontera con Turquía, donde finalmente fueron rescatados.
Fuente:
https://www.gaceta.es/noticias/francotir ... 82015-2242