

Sin embargo, gracias a la aparición de nuevos accesorios, como los colimadores láser con forma de cartucho metálico, este proceso se ha vuelto mucho más sencillo y económico. Y es que, a pesar de que los colimadores ópticos todavía siguen siendo un incuestionable referente entre quienes se toman en serio esto de “poner a tiro el rifle”, estos nuevos colimadores con forma de cartucho se han erigido como una alternativa a tener en cuenta para aquellos tiradores o cazadores que no persiguen un centrado milimétrico, sino un ajuste muy fiable y que garantice que la bala impactará aproximadamente justo donde indica el puntero láser.
Como decimos, el uso de este tipo de colimadores con forma de cartucho resulta muy sencillo. Basta con adquirir el colimador del mismo calibre que nuestra arma, activar su puntero láser (por lo general, sólo es necesario introducirle las pilas y ya empieza a funcionar), y a continuación colocarlo en la recámara del arma; tal y como si de un cartucho estándar se tratara. Una vez dentro de la recámara de nuestro rifle o de nuestra escopeta, el colimador proyecta un haz láser de color rojo a través del cañón del arma, y a partir de aquí comienza el proceso de centrado.

Para la fabricación de estos colimadores suele utilizarse un material tan ligero como el aluminio, de ahí que, dependiendo del modelo, su peso apenas alcance los 15 gramos. Por lo que respecta a su alimentación, la mayoría de estos colimadores funcionan mediante 3 baterías de botón o LR-41. En cuanto a la potencia del haz láser que emiten estos colimadores, conviene recordar que es de 635-655nm, es decir, inferior a 5mw.
Vista la buena acogida que estos colimadores láser están teniendo entre los tiradores y cazadores de todo el mundo, la oferta actual de este tipo de productos se ha multiplicado. Al principio, estos cartuchos láser apenas se comercializaban para los calibres más populares (.308, .30-06, etc); sin embargo, a día de hoy resulta relativamente sencillo encontrarlos casi para cualquier arma. Desde el .223 hasta el .50 BMG, pasando incluso por otros calibres de rifle como el 7.62x39, el 8x57IS, el 7.62x54R, o el .30-30. Incluso también están disponibles para calibres de escopeta, como el popular calibre 12 o el menos común calibre 20.

Colimadores en la boca de fuego
Aparte de estos colimadores láser con forma de cartucho, existe otra opción un poco más sofisticada y versátil que nos permitirá poner a tiro nuestra arma de fuego. En esta ocasión hablamos de los colimadores multicalibre que se colocan justo en la boca del cañón de nuestras armas. Estos colimadores suelen contar con diversos adaptadores de diferentes diámetros, de tal forma que permiten ajustarse a cañones de calibres tan distintos como el .22 o el .50 BMG. Válidos también para calibrar armas cortas, estos productos suelen tener un precio de venta más elevado que los colimadores con forma de cartucho, ya que como hemos comentado con un mismo colimador se pueden ajustar un mayor número de armas. Por lo demás, el funcionamiento es prácticamente idéntico. Se alimentan con las mismas baterías de botón y proyectan un haz láser de color rojo muy brillante que, al apuntarlo sobre un blanco, permite realizar las correcciones necesarias para “centrar” el arma.
