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Blackhawk Serpa Nivel III: La funda para el policía del futuro

Publicado en Policial.
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Funda Blackhawk Serpa Nivel III (imagen 1)

A primera vista, el modelo de funda Blackhawk Serpa Nivel III parece que tiene que pesar. Pero al cogerla, uno se da cuenta de que es ligera, muy ligera. Surge entonces la duda: ¿podrá retener el arma con seguridad? La respuesta a esta y otras preguntas van siendo desveladas a medida que empezamos a experimentar con ella. Nada más introducir el arma en la funda, se aprecia el perfecto moldeado interior que reproduce fielmente el perfil del arma para la que ha sido fabricada, en mi caso se trata de una HK USP Compact. Nada de holguras, todo encaja a la perfección, sin concesiones a las tolerancias. El acople de perfiles se ve favorecido por una pieza interior de ajuste que incrementa la inmovilización del arma, sin aumentar la fricción. Esto se nota, especialmente, cuando llevamos activado el Nivel I de retención. Es decir, cuando se ha regulado el tornillo de presión para que, mediante la compresión del material de la funda sobre el arma, ésta no se caiga, al menos, cuando se encuentra en posición invertida. (ver imagen 1)

La retención en el Nivel I

En la mayoría de las fundas es difícil conseguir el equilibrio entre el punto justo de  tensión que evite la caída del arma y la facilidad de extracción. Sin embargo, en la funda Blackhawk Level III este equilibrio sí que se consigue, ya que aunque la resistencia de la funda a “soltar” el arma sea más que suficiente, durante la acción de desenfunde, la tensión se “rompe” de forma limpia, sin arrastres, permitiendo que la pistola salga fácilmente. Lo mismo ocurre al enfundar el arma. Esta proporción de las tensiones se debe a que la zona de contacto arma-funda se encuentra localizada en un punto de “trabajo” coincidente con el frontal de guardamonte, y no sobre las caras laterales del arma.

La retención automática del Nivel II

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Funda Blackhawk táctica

El Nivel II de retención lo constituye un mecanismo de sujeción que actúa sobre la parte delantera del guardamonte. La activación del mismo es automática, basta con enfundar la pistola. Una vez que el arma llega al tope del alojamiento, una pieza similar a la “uña de retenida” engancha la parte frontal del guardamonte e inmoviliza el arma. Activado este dispositivo, la liberación de la pistola sólo será posible mediante la presión con el dedo índice sobre una pletina basculante que retrae la citada “uña de retenida”.

Debo reconocer que, al principio, acostumbrado a desactivar los seguros de mis fundas con el dedo pulgar, este sistema no me convencía. Por otra parte, emplear el dedo índice  para otra cosa que no fuera presionar el disparador no me resultaba fácil, pero poco a poco me he ido acostumbrando. Después de todo, el gesto técnico del desenfunde con este dispositivo no se ve alterado y el índice encuentra de forma natural la pletina basculante que libera el Nivel II.  

Basta con ensayar unas cuantas veces para obtener la fluidez de desenfunde que requieren el 90% de las actuaciones policiales. Y si se dedica un poco más de tiempo, la rapidez del desenfunde llega a ser igual a la obtenida con fundas sin retención. Eso sí, recomiendo a todo usuario que se ejercite en el proceso de localización y presión de la pletina basculante. Primero partiendo con el arma empuñada en la funda, y luego sin contacto previo con la pistola.      

En la cara externa del modelo de funda Blackhawk Serpa Nivel III el diseñador ha previsto un “canal” que guía el dedo índice hasta la pletina de liberación del Nivel II. Este canal, de marcada profundidad, facilita la localización táctil de la pletina basculante, siendo especialmente útil en los supuestos en los que se utilizan guantes.

Pero personalmente sugeriría al fabricante que diera más relieve a la pletina de presión, bien mediante una ligera rampa o una superficie de contacto más rugosa. Todo ello, con la finalidad de facilitar la localización táctil del punto de presión bajo situaciones de alto estrés.

Por el contrario, además de la fiabilidad del sistema de retención empleado en el Nivel II, que he puesto a prueba dentro de los límites razonables para no quedarme sin funda, debo destacar que me encanta la “interactividad” de este sistema. Me refiero a ese “clic”  que produce el mecanismo de retención del Nivel II, cuando el arma llega al final del recorrido dentro de la funda.

 

Desconozco si este “clic” ha sido buscado a propósito por el diseñador, pero la confirmación sonora que proporciona al usuario de que el arma está asegurada es un acierto, sobre todo cuando se tiene que enfundar con prisa y sin mirar la funda. Al escuchar el “clic” el tirador no tiene dudas de que el arma está en su sitio y además, segura. El “clic” garantiza al usuario que, aunque corra, salte, pelee o ruede por el suelo, el arma estará en su sitio cuando se la necesite. (ver imagen 2)

Nivel III: retención al máximo nivel
A primera vista, el mecanismo que constituye el Nivel III puede parecer un poco “excesivo”, un poco “Robocop” si lo comparamos con otros sistemas empleados por fundas de Nivel III de retención. Pero si por un momento nos pusiéramos en la piel de un sospechoso que busca la oportunidad para desarmar a un policía, ¿qué impresión le causaría al ver esta funda? Casi con seguridad podemos afirmar que sería similar a la que nos ha producido a nosotros. Seguramente pensaría algo parecido a esto: “esa funda parece una caja fuerte, no tengo muchas opciones de arrebatar ese arma”. Bien, ¿hay algún policía al que no le parezca ideal que su funda provoque esta impresión? Está claro que no, por tanto, hasta con el aspecto, esta funda cumple su objetivo. Conclusión: No es suficiente con que una funda de servicio sea segura, también tiene que parecerlo.    

La palanca de desactivación del Nivel III se esconde en la cara interna de la funda, justo dentro del recorrido que hará el pulgar en su camino hacia la empuñadura. La situación de la palanca y su buen tamaño la hacen enormemente accesible, permitiendo que el pulgar actúe sobre ella de forma natural.

La eficacia del sistema reside en la retención del arma mediante una “capucha” abatible que abarca el alza, la parte trasera de la corredera y el martillo. La “capucha” está fabricada con el mismo material de fibra de carbono que el resto de la funda pero se aprecia un grosor superior. Moldeada con precisión para adaptarse a la zona que pretende cubrir, se aloja en el interior del cuerpo de la funda cuando realiza la función de retención. Este aspecto refuerza la resistencia de la pieza y evita salientes. Dos fuertes resortes empujan la “capucha” hacia delante unos 45º, cuando el pulgar presiona la palanca del mecanismo. El sistema de liberación es similar al empleado en el Nivel II, en el que la presión sobre una palanca retrae una “uña de retención” y suelta la “capucha”.

A la seguridad que ofrece este sistema ante la pérdida o robo del arma, se añade la protección que proporciona al alza contra los golpes o los “enganchones” que, ocasionalmente, se pueden producir en las fundas con retención de cinta. (ver imagen 3)

Un semicírculo en la parte trasera de la “capucha” revela la intención del fabricante de satisfacer a los usuarios que deseen llevar el arma amartillada y con el seguro manual activado. Esta forma de portar el arma no es la habitual, pero en caso de ser elegida, el diseño de la funda garantiza que el seguro manual no pueda desactivarse accidentalmente, ya que permanece totalmente inaccesible con el arma enfundada.

A diferencia del mecanismo del Nivel II, que se activa automáticamente al enfundar el arma, el del Nivel III requiere, una vez que la “capucha” se encuentra abierta, que el tirador la empuje hasta la posición de cierre, a la vez que presiona la palanca de liberación. Es una tarea sencilla que se ejecuta con una sola mano sin dificultad. La finalidad de este mecanismo de “no retorno” es impedir, que una vez el arma se encuentra fuera de la funda, la “capucha” vuelva involuntariamente a la posición de cierre, impidiendo con ello enfundar de nuevo el arma.

Destaca también de la Blackhawk Level III la consistencia del módulo de sujeción al cinto. Este módulo se compone de un bloque triangular solidario al cuerpo de la funda en su parte interna, sobre el que se atornillan los tres tornillos de fijación para unir la funda al panel de sujeción al cinto. Este panel presenta dos anillas a través de las cuales se introduce el cinto. La amplitud de las anillas se regula mediante la mayor o menor presión de sus respectivos tornillos, lo que hace fácil y cómodo ajustar cintos de diferentes tamaños. Los tornillos de fijación pueden colocarse en tres posiciones distintas para conseguir variar, ligeramente, la inclinación de la funda.

Una vez colocada el arma en la cintura se aprecia que no rebasa la parte superior del cinto, lo que facilita una excelente extracción y se nota menos el peso del arma.

La funda separa el arma del cuerpo lo suficiente para que no interfiera el uso del chaleco antibalas. Y en caso de necesidad, la separación puede ampliarse mediante una pieza suplementaria que se suministra con la funda. Un consejo: esta funda no muestra todo su potencial sin un buen cinto de tres puntos. En esto la firma Blackhawk también destaca por sus artículos de alta resistencia y duración.

El desenfunde
A mi juicio, la forma de conseguir fluidez en el desenfunde con la Blackhawk Serpa Level III radica en que el “ángulo de ataque” de la mano que empuña sea de unos 90º. Personalmente, dirijo la mano de agarre verticalmente sobre la empuñadura del arma y empujo el arma hacia abajo. De esta forma, consigo “de pasada” actuar con el pulgar sobre la palanca que desactiva el tercer nivel y, una vez que llego al tope del recorrido, sólo tengo que ejercer una ligera presión con el índice, a la vez que inicio el movimiento ascendente. (ver imagen 4). En este video, el autor muestra la operación de desenfunde: www.armas.es/videos.html?task=viewvideo&video_id=365


Durante el periodo de adaptación al desenfunde aconsejo exagerar la flexión del codo para asegurar la extracción total del arma, antes de iniciar el movimiento hacia delante. Con ello evitaremos que el punto de mira tropiece con la “capucha”. (ver imagen 5)

El cuidado diseño de los mecanismos de retención empleados en los Niveles II y III permite que puedan “trabajar” simultáneamente, o por separado, sin perder seguridad en la retención. Llegado el caso, el agente de policía que percibe una situación de peligro puede desactivar el Nivel III. De esta forma, agilizará el desenfunde si fuera necesario, sin merma para la seguridad de retención que garantiza el Nivel II. 

Añadir por último que después de probar durante varios días el equipo (funda y cinto Blackhawk) me ha sorprendido el equilibrio entre protección del arma y disponibilidad. El disparador, la palanca de retenida, el seguro de aleta, el alza… todo está a cubierto, sin embargo, la empuñadura permanece despejada para ser asida con comodidad. Sin duda, este producto constituye una buena compañía para el servicio policial.


Comentarios


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Chus

28, Junio 2010 11:43:09

Para mi, si no la mejor, una de las mejores fundas de seguridad y además, que permiten un rapido y comodo empuñe del arma.
Para mi un 9,8 de nota.

Santos Gomez Suarez

28, Junio 2010 10:15:36

La de nivel tres es particularmente segura. Antes tenía la Safariland y una vez que la desenfundabas te quedabas con nivel 1 (o sea sin retencion). Si tenias que salir coirriendo, saltar o hacer cualquier otra pirueta sin volver hacia atrás el arco, se corria serio peligro de perder el arma. Muy superior en seguridad la sherpa de Blackhawk.

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