Según ha informado el Estado Mayor de la Defensa, treinta miembros del ejército de Portugal, al mando de un comandante, ya refuerzan al contingente español desplegado en Besmayah.
Desde el pasado miércoles 13 de mayo, día de Nuestra Señora de Fátima, el grupo de treinta militares que componen el contingente portugués desplegado en Iraq, ya se encuentra integrado y prestando sus servicios junto a los militares españoles destacados en la Base Gran Capitán, situada en el interior de los campos de adiestramiento militar iraquí de Besmayah, localidad situada a unos sesenta kilómetros al sur de Bagdad.
Al mando del grupo, que en su mayoría (20) son miembros de la Unidad de Comandos de Portugal, está el comandante Manuel Antonio Paulo Lourenço, un militar con una amplia formación y experiencia en misiones internacionales. El resto lo completan 5 paracaidistas, 2 artilleros, 2 de operaciones especiales y 1 de Caballería (carros).
Los soldados portugueses vienen a reforzar a los legionarios españoles, tanto en labores de adiestramiento, como en tareas operativas, logísticas o de servicios, como por ejemplo el sanitario.
La integración del contingente portugués, al que ya se conoce como la "Sección Viriato", se escenificó ayer domingo con un solemne acto de Homenaje a los Caídos en el que se incluyó la ceremonia de izado de la enseña nacional de Portugal que, desde ese momento, ya ondea junto a las de España e Iraq en la Base Gran Capitán.
