LAS ARMAS SON CIVILIZACION
Publicado: 05 Ene 2013 04:22
Paso este texto de un Major retirado del USMC.
Me ha gustado bastante y creo que merece la pena leerlo.
Explica brevemente porque armas son iguales a civilización, y porque en occidente y en la mayoría de las democracias podemos armarnos con mayor o menores restricciones, y porque en otros países no.
Los seres humanos sólo tienen dos formas de enfrentar entre sí: la razón y la fuerza. Si quiere que haga algo por usted, solo tiene dos opciones, o me convence a través de un argumento, o me obligará a hacer tu voluntad bajo amenaza de la fuerza. Cada interacción humana cae en uno de los dos categorías, sin excepción. La razón o la fuerza, eso es todo.
En una sociedad verdaderamente moral y civilizada, la gente interactua exclusivamente a través de la persuasión. La fuerza no tiene lugar como método válido de relación social, y lo único que elimina la fuerza de la ecuación es el arma de fuego personal, por paradójico que le pueda parecer a algunos.
Cuando llevo un arma de fuego, no se puede tratar conmigo por la fuerza. Usted tiene que razonar y tratar de persuadirme, porque tengo una manera segura de negar su amenaza o el empleo de la fuerza.
La pistola es la única arma personal que pone a una mujer de 50 kilos en igual condición que un atracador 110 kilos, a un jubilado de 75 años de edad con un pandillero de 19 años de edad, y a un hombre solo con un coche lleno de chicos borrachos con bates de béisbol. El arma elimina la disparidad en la fuerza física, el tamaño, o la diferencia numérica entre un atacante potencial y un defensor.
Hay un montón de gente que se considera el arma como la fuente del mal en las ecuaciones de fuerza. Estas son las personas que piensan que seríamos más civilizados si todas las armas fueran retiradas de la sociedad, ya que un arma de fuego hace más fácil a un ladrón armado hacer su trabajo. Esto, por supuesto, es sólo
cierto si las víctimas potenciales del atracador están en su mayoría desarmadas, ya sea por elección o por mandato legislativo. Esta ecuación negativa no tiene validez cuando las víctimas potenciales del asaltante están armadas.
Las personas que abogan por la prohibición de las armas piden que manden de forma automática los jóvenes, los fuertes, los poderosos y los grupos numerosos, y eso es exactamente lo contrario que se espera de una sociedad civilizada. Un criminal, incluso armado, sólo puede hacer una carrera exitosa en una sociedad donde el Estado le ha concedido el monopolio de la fuerza.
Luego está el argumento de que las armas convierten en letales enfrentamientos que de otra forma solo terminarían en heridas. Este argumento es falaz en varias maneras. Sin armas involucradas, los enfrentamientos los gana el ser superior físicamente, a base de infligir daño aplastante sobre el perdedor.
Las personas que piensan que los puños, bates, palos o piedras no constituyen fuerza letal ven demasiada televisión, donde la gente recibe palizas y sale de la misma con un labio ensangrentado en el peor de los casos.
El hecho de que la pistola pueda ser letal solo favorece a la parte más débil, no a la fuerza atacante si esta es superior. Si ambos están armados da igual quien es el fuerte o el débil, ambos están nivelados.
La pistola es el única arma que es tan letal en manos de un
octogenario como lo es en las manos de un levantador de peso. Simplemente no funcionaría como ecualizador de fuerza si no fuese letal y fácilmente empleable.
Cuando llevo un arma, no lo hago porque busco pelea, porque precisamente lo que quiero es que se me deje tranquilo. La pistola a mi lado significa que no puedo ser forzado, solo persuadido. No la llevo porque tengo miedo, si no porque me permite no tener miedo si encuentro un problema. No limita las acciones de los que interactuan conmigo a través de la razón, sólo las acciones de aquellos que lo harían por la fuerza. Se elimina la fuerza de la ecuación ...
y es precisamente por eso por lo que llevar una pistola es un acto civilizado.
Así que la civilización más grande es aquella donde todos los ciudadanos están igualmente armados y sólo pueden ser persuadidos, nunca forzados.
Maj. L. Caudill USMC (Ret)
Me ha gustado bastante y creo que merece la pena leerlo.
Explica brevemente porque armas son iguales a civilización, y porque en occidente y en la mayoría de las democracias podemos armarnos con mayor o menores restricciones, y porque en otros países no.
Los seres humanos sólo tienen dos formas de enfrentar entre sí: la razón y la fuerza. Si quiere que haga algo por usted, solo tiene dos opciones, o me convence a través de un argumento, o me obligará a hacer tu voluntad bajo amenaza de la fuerza. Cada interacción humana cae en uno de los dos categorías, sin excepción. La razón o la fuerza, eso es todo.
En una sociedad verdaderamente moral y civilizada, la gente interactua exclusivamente a través de la persuasión. La fuerza no tiene lugar como método válido de relación social, y lo único que elimina la fuerza de la ecuación es el arma de fuego personal, por paradójico que le pueda parecer a algunos.
Cuando llevo un arma de fuego, no se puede tratar conmigo por la fuerza. Usted tiene que razonar y tratar de persuadirme, porque tengo una manera segura de negar su amenaza o el empleo de la fuerza.
La pistola es la única arma personal que pone a una mujer de 50 kilos en igual condición que un atracador 110 kilos, a un jubilado de 75 años de edad con un pandillero de 19 años de edad, y a un hombre solo con un coche lleno de chicos borrachos con bates de béisbol. El arma elimina la disparidad en la fuerza física, el tamaño, o la diferencia numérica entre un atacante potencial y un defensor.
Hay un montón de gente que se considera el arma como la fuente del mal en las ecuaciones de fuerza. Estas son las personas que piensan que seríamos más civilizados si todas las armas fueran retiradas de la sociedad, ya que un arma de fuego hace más fácil a un ladrón armado hacer su trabajo. Esto, por supuesto, es sólo
cierto si las víctimas potenciales del atracador están en su mayoría desarmadas, ya sea por elección o por mandato legislativo. Esta ecuación negativa no tiene validez cuando las víctimas potenciales del asaltante están armadas.
Las personas que abogan por la prohibición de las armas piden que manden de forma automática los jóvenes, los fuertes, los poderosos y los grupos numerosos, y eso es exactamente lo contrario que se espera de una sociedad civilizada. Un criminal, incluso armado, sólo puede hacer una carrera exitosa en una sociedad donde el Estado le ha concedido el monopolio de la fuerza.
Luego está el argumento de que las armas convierten en letales enfrentamientos que de otra forma solo terminarían en heridas. Este argumento es falaz en varias maneras. Sin armas involucradas, los enfrentamientos los gana el ser superior físicamente, a base de infligir daño aplastante sobre el perdedor.
Las personas que piensan que los puños, bates, palos o piedras no constituyen fuerza letal ven demasiada televisión, donde la gente recibe palizas y sale de la misma con un labio ensangrentado en el peor de los casos.
El hecho de que la pistola pueda ser letal solo favorece a la parte más débil, no a la fuerza atacante si esta es superior. Si ambos están armados da igual quien es el fuerte o el débil, ambos están nivelados.
La pistola es el única arma que es tan letal en manos de un
octogenario como lo es en las manos de un levantador de peso. Simplemente no funcionaría como ecualizador de fuerza si no fuese letal y fácilmente empleable.
Cuando llevo un arma, no lo hago porque busco pelea, porque precisamente lo que quiero es que se me deje tranquilo. La pistola a mi lado significa que no puedo ser forzado, solo persuadido. No la llevo porque tengo miedo, si no porque me permite no tener miedo si encuentro un problema. No limita las acciones de los que interactuan conmigo a través de la razón, sólo las acciones de aquellos que lo harían por la fuerza. Se elimina la fuerza de la ecuación ...
y es precisamente por eso por lo que llevar una pistola es un acto civilizado.
Así que la civilización más grande es aquella donde todos los ciudadanos están igualmente armados y sólo pueden ser persuadidos, nunca forzados.
Maj. L. Caudill USMC (Ret)
