Oscar Frederick Mossberg & Sons
Publicado: 10 Jun 2016 18:02
Después de la 2ª guerra mundial hay una explosión de vida, las compañías de armas vuelven a su normalidad y las escopetas deportivas retoman el camino paralizado por la contienda, en USA es donde este orden de hechos toma su máxima expresión.
El avance en materia productiva de armas se dejara notar en las nuevas generaciones de escopetas, de la vieja escuela del forjado y ajustado a mano se pasara al estampado del acero y la producción en masa automatizada con un mínimo de intervención manual, las compañías que no sean capaces de adaptarse a estas nuevas fórmulas productivas lo pasaran mal o acabaran por desaparecer, es la ley de la evolución.
Repasemos como está el panorama de las repetidoras a principios de los años 50, en el nivel de máxima calidad y precio esta Winchester, con su incombustible modelo 1912 como la gran repetidora a batir, esta escopeta se manufactura de forma tradicional, su posición en el mercado esta tan consolidada que parece poco menos que una utopía destronarla, pese a ser una repetidora de precio elevado.
Por otro están las de bajo coste, las Stevens-Savage con su modelo 620 que es una evolución de los modelos diseñados por Browning 520 y 520A, estas se venden bajo infinidad de nombres diferentes a clientes que buscan ante todo la economía de compra ya que su poder adquisitivo es bajo o muy bajo, son las repetidoras de obreros y campesinos.
Entre medio de estas dos tendencias muy claras están dos marcas, una la Ithaca con su modelo 37, una escopeta de alto coste y gran calidad que tiene un rol diferente, proporcionado por su concepción mecánica de carga y expulsión por una sola ventana situada en la parte inferior de la misma y que favorece su utilización a clientes zurdos, es un arma basada en los diseños de Browning y Pedersen en su modelo Remington 17 , sus ventas se mantiene siempre constantes, pero son bajas, es casi una escopeta de culto.
Solo nos queda Remington, esta compañía lleva años intentando crear una alternativa al modelo 1912 de Winchester, su último modelo de antes de la Guerra, la Remington 31, atesoraba argumentos para ello, pero su momento histórico de entrada en el mercado y un alto coste de producción serán los elementos culpables de su discretísima acogida por parte de los clientes, en 1950-51, esta compañía abre el fuego de una nueva era presentando la Remington modelo 870 Wingmaster, esta escopeta está basada en una nueva concepción de producir escopetas, un grupo de nuevos ingenieros capitaneados por Lexie Ray Crittendon son los responsables, su inicio en el mercado es dubitativo, pero al cabo de un año sus ventas son ya muy altas, esta escopeta utiliza la nueva técnica de estampado del acero en algunas partes, no en todas, es para entendernos un mixto, con lo cual se consigue un rendimiento igual a las antiguas, con un coste inferior, pudiendo ofrecer al cliente un precio más ajustado por una escopeta de gran calidad, la incorporación de la doble barra de transmisión que patentan para la compañía, contribuye de manera decisiva a una estabilidad y suavidad de acción nunca vista hasta la fecha, enmascarando unos ajustes no tan finos como en las antiguas repetidoras ajustadas manualmente, que eran de una sola barra de transmisión, también inicia el sistema modular en escopetas de repetición, el arma esta segmentada, con lo cual, está compuesta de diferentes partes, estas partes pueden ser reemplazadas con unos mínimos conocimientos mecánicos por el mismo usuario, esta configuración, facilita mucho la reparación de averías, todo y que la Remington 870 Wingmaster, es una escopeta tan lograda, que raramente se avería, aunque la sometamos a un uso duro e intensivo.
En los años 50, Oscar Frederick Mossberg & Sons, es una compañía familiar fundada en 1919 y situada en New Haven, Connecticut, en los años 50 esta regentada por la 2ª generación con Harold e Iver Mossberg hijos de O.F.Mossberg, aunque sus orígenes son muy humildes, una buena gestión y una producción basada en armas sencillas y económicas para el uso civil, así, como contratos con la administración Americana, para la producción de piezas para diferentes armas para el ejército, la han llevado a emplear 300 trabajadores y sin ser, una de las grandes empresas de armas de la época como Winchester, Remington o Savage, su andadura, aunque de menor envergadura, es más solvente que el de estas, su gestión familiar y por lo tanto, directa y rápida tiene mucho que ver en ello.
Este es el punto de partida de la historia que os voy a contar en esta ocasión, la historia de las repetidoras Mossberg.
El avance en materia productiva de armas se dejara notar en las nuevas generaciones de escopetas, de la vieja escuela del forjado y ajustado a mano se pasara al estampado del acero y la producción en masa automatizada con un mínimo de intervención manual, las compañías que no sean capaces de adaptarse a estas nuevas fórmulas productivas lo pasaran mal o acabaran por desaparecer, es la ley de la evolución.
Repasemos como está el panorama de las repetidoras a principios de los años 50, en el nivel de máxima calidad y precio esta Winchester, con su incombustible modelo 1912 como la gran repetidora a batir, esta escopeta se manufactura de forma tradicional, su posición en el mercado esta tan consolidada que parece poco menos que una utopía destronarla, pese a ser una repetidora de precio elevado.
Por otro están las de bajo coste, las Stevens-Savage con su modelo 620 que es una evolución de los modelos diseñados por Browning 520 y 520A, estas se venden bajo infinidad de nombres diferentes a clientes que buscan ante todo la economía de compra ya que su poder adquisitivo es bajo o muy bajo, son las repetidoras de obreros y campesinos.
Entre medio de estas dos tendencias muy claras están dos marcas, una la Ithaca con su modelo 37, una escopeta de alto coste y gran calidad que tiene un rol diferente, proporcionado por su concepción mecánica de carga y expulsión por una sola ventana situada en la parte inferior de la misma y que favorece su utilización a clientes zurdos, es un arma basada en los diseños de Browning y Pedersen en su modelo Remington 17 , sus ventas se mantiene siempre constantes, pero son bajas, es casi una escopeta de culto.
Solo nos queda Remington, esta compañía lleva años intentando crear una alternativa al modelo 1912 de Winchester, su último modelo de antes de la Guerra, la Remington 31, atesoraba argumentos para ello, pero su momento histórico de entrada en el mercado y un alto coste de producción serán los elementos culpables de su discretísima acogida por parte de los clientes, en 1950-51, esta compañía abre el fuego de una nueva era presentando la Remington modelo 870 Wingmaster, esta escopeta está basada en una nueva concepción de producir escopetas, un grupo de nuevos ingenieros capitaneados por Lexie Ray Crittendon son los responsables, su inicio en el mercado es dubitativo, pero al cabo de un año sus ventas son ya muy altas, esta escopeta utiliza la nueva técnica de estampado del acero en algunas partes, no en todas, es para entendernos un mixto, con lo cual se consigue un rendimiento igual a las antiguas, con un coste inferior, pudiendo ofrecer al cliente un precio más ajustado por una escopeta de gran calidad, la incorporación de la doble barra de transmisión que patentan para la compañía, contribuye de manera decisiva a una estabilidad y suavidad de acción nunca vista hasta la fecha, enmascarando unos ajustes no tan finos como en las antiguas repetidoras ajustadas manualmente, que eran de una sola barra de transmisión, también inicia el sistema modular en escopetas de repetición, el arma esta segmentada, con lo cual, está compuesta de diferentes partes, estas partes pueden ser reemplazadas con unos mínimos conocimientos mecánicos por el mismo usuario, esta configuración, facilita mucho la reparación de averías, todo y que la Remington 870 Wingmaster, es una escopeta tan lograda, que raramente se avería, aunque la sometamos a un uso duro e intensivo.
En los años 50, Oscar Frederick Mossberg & Sons, es una compañía familiar fundada en 1919 y situada en New Haven, Connecticut, en los años 50 esta regentada por la 2ª generación con Harold e Iver Mossberg hijos de O.F.Mossberg, aunque sus orígenes son muy humildes, una buena gestión y una producción basada en armas sencillas y económicas para el uso civil, así, como contratos con la administración Americana, para la producción de piezas para diferentes armas para el ejército, la han llevado a emplear 300 trabajadores y sin ser, una de las grandes empresas de armas de la época como Winchester, Remington o Savage, su andadura, aunque de menor envergadura, es más solvente que el de estas, su gestión familiar y por lo tanto, directa y rápida tiene mucho que ver en ello.
Este es el punto de partida de la historia que os voy a contar en esta ocasión, la historia de las repetidoras Mossberg.