Escopeta Baikal MP-153 con culata de maderaEn el sur de Siberia se encuentra el lago Baikal. Su nombre deriva del tártaro “Bai-Kul”, “lago rico”, y también es conocido como el ojo azul de Siberia o la perla de Asia. Con 31.494 km2 de superficie, 636 km de largo, 80 km de ancho y 1.680 m de profundidad (reconocidos hasta el momento), el lago Baikal es el mayor de los lagos de agua dulce y el más profundo del mundo. A 72 kilómetros al sur del lago Baikal se encuentra la ciudad de Irkutsk, en la Siberia oriental, a 5.042 kilómetros al este de Moscú y a 2.887 kilómetros al noroeste de Vladivostok.
Versión acabada en color camuflajeEsta ciudad de Irkutsk toma su nombre del río Irkut, que es una de las salidas del lago Baikal. Seguramente, a nuestros lectores de más edad les sonará el nombre de Irkutsk por una novela muy famosa de Julio Verne, llamada “El correo del Zar”, en la que el protagonista era Miguel Strogoff y el final estaba situado en Irkutsk. Eran aquellos tiempos en que los medios audiovisuales apenas existían y una buena novela de aventuras nos proporcionaba la diversión y los sueños en nuestra infancia… Pues bien, en el año 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, el gobierno soviético decidió poner a buen recaudo su industria bélica ante los delirios expansionistas germanos, fundando en la ciudad de Irkustk una serie de empresas armamentísticas entre las que se encuentra la Izhevsky Mekhanichesky Zavod JSC, que más adelante sería bautizada con el nombre comercial de Baikal en referencia al popular lago.
Y así fue como la empresa Baikal se convirtió en un factor determinante en el suministro de armas para fines bélicos que equiparon al ejército soviético en dicha guerra. Esta división militar continua a día de hoy, teniendo en su haber armas tan conocidas como la pistola Makarov o el fusil de asalto AK 47, que son y han sido producidos en grandes cantidades por esta compañía.
La MP-153 es un arma fiable, robusta, resistente, y con un peso idóneo para la caza al salto En 1948 iniciaron la producción de su primera escopeta semiautomática de caza, la Baikal MC 21-12, que es la misma escopeta que la Tula TOZ MC 21-12. Esta escopeta es una Browning Auto-5 con ciertas modificaciones, aunque no en su sistema de trabajo ya que es el de recorrido largo del cañón. Curiosamente, la compañía Baikal no incurrió en plagio ya que las patentes de la Auto-5 caducaban ese mismo año, al contrario que su gemela, la versión Tula TOZ 21-12, la cual hacía décadas que era producida en masa por dicha compañía sin hacer el menor caso al tema de las patentes ni pagar nada a FN (se calcula que se produjeron un mínimo de un millón y medio de estas escopetas sin hacer frente a las patentes). Con la caída de la Unión Soviética, los suculentos contratos en materia de armas bélicas disminuyeron ostensiblemente, con lo que la compañía se diversificó notablemente. En materia de armas, se decidió apostar más por las armas deportivas, lo que supuso un gran impulso por parte de la dirección, ampliando al ya de por sí extenso catálogo en aquellos días de escopetas deportivas: paralelas, superpuestas, repetidoras, etc.
En 2001 la compañía rusa presentó en Alemania su nueva escopeta semiautomática, que se denominó Baikal MP-153 y que estaba accionada por toma de gases. El arma recibió diversos premios y fue considerada por la prensa especializada de Estados Unidos como la mejor escopeta semiautomática presentada en 2001. Este hecho llamó la atención de la compañía norteamericana Remington, ya que la morfología de la MP153 tiene “ciertas similitudes” con las Remington 1100 y 1187. Así, las dos compañías acordaron la producción de la MP-153 bajo el nombre Remington para el mercado estadounidense, con la denominación de “Spartan SPR453”. El acuerdo de colaboración entre ambas compañías entró en vigor en el año 2006 y estuvo vigente sólo hasta el año 2008, ya que la sucesión de diferentes problemas en el tema de los repuestos, algo totalmente sagrado para la compañía norteamericana, provocará que el acuerdo sea escindido.
Dureza y fiabilidad
Cuando hablamos de escopetas de origen ruso, dos términos nos vienen a la mente: dureza y fiabilidad. Parece recurrente o incluso tópico, pero en el caso de la MP-153 estos dos términos se hacen patentes de una manera muy clara. El empleo de acero ruso de máxima solvencia se extiende desde el cañón hasta las diversas piezas de acero estampado que conforman sus diferentes sistemas, con el pavonado como forma de acabado. En algunos casos este acero es de tipo inoxidable, concretamente en el cierre, el tubo, la teja de alimentación y el pistón de gases. El material empleado para el cajón de mecanismos es de aluminio aeronáutico anodizado de considerable grosor y dureza, dándole una notabilísima resistencia a todo el conjunto. En el guardamanos y la culata nos encontramos con dos posibilidades: madera del tradicional nogal soviético de una dureza y longevidad contrastada y con cierto aire militar; o polímero negro, mucho más ligero y de notable resistencia. Existen también versiones en acabado camuflaje para los clientes que gustan de las armas tipo camo, en el cual este patrón se expande por toda el arma desde el cañón hasta la cantonera. Todo este conjunto crea un arma de un peso de 3,450 kg con cañón de 75 cm de largo, un peso diría yo en el límite si queremos ejercer la caza al salto, pues más de esa cifra la cosa empieza a hacerse pesada.
Ya hemos visto a grandes rasgos los materiales que conforman la MP-153. Es evidente que no hay sorpresas, y ese hecho también es muy ruso… Del mismo modo, el acabado de estos materiales resulta pobre y vetusto, con unos ajustes discutibles. En definitiva, estamos ante una muy buena herramienta de trabajo, más que ante un arma terminada para un salón de belleza. De nuevo, una fiel respuesta a los cánones del diseño soviético. Sin embargo, la línea general del arma sí resulta agraciada, tomando como referencia un estilo curvo y continuado, muy parecido al de las escopetas Beretta o Remington. En este aspecto, se trata de un salto importante para la MP-153, ya que aunque el arma transmite cierta frialdad y no destaca en su conjunto por nada, sus formas generales evitan que caiga en la mediocridad más absoluta, típica de las armas de aquellas tierras.
Diseñada por el ingeniero Konstantin Evseev en el año 1990, la Baikal MP-153 o Spartan SPR453 en su versión Remington, funciona por acción de gases auto regulados y con la posibilidad de modificar dicha auto regulación para dos tipos de cargas: cargas fuertes (heavy loads) para cargas de 76 o 89mm; y cargas ligeras (ligth loads) para cargas de 70mm. Atención porque estoy diciendo que tiene función de autorregulación, no que están simplemente reguladas, como sería el caso de la serie Beretta A-300, la Browning B-80, o Remington 1100. A este respecto, no me consta que el modelo de recámara de 89mm esté a la venta en España. Aquí, sólo está como máximo el de 76mm, pero en Estados Unidos sí se comercializa, al igual que una variante con el cajón de mecanismos fabricado en acero.
Lo primero que llama la atención en todos los elementos que intervienen de forma directa en la ejecución del ciclo de disparo de la Baikal MP-153 es la similitud que tiene con la serie Remington 1100. Sobre todo en cuanto a cierre, barras de transmisión, y pistón trasmisor de empuje se refiere. También en el colector de gases las similitudes persisten, así como la forma en que son expulsados los gases sobrantes, que son por la parte superior del guardamanos, exactamente igual que en la Remington 1100. Por lo que respecta a la capacidad de carga, la MP-153 permite albergar hasta 4 cartuchos en el depósito, más uno en su recamara de 76mm; mientras que en las versiones de 98mm esta capacidad se ve reducida a tres cartuchos en el depósito de alimentación más uno adicional en la recámara. Otro punto a tener en cuenta que últimamente se está poniendo muy de moda es el de la colocación del muelle de recuperación del cierre, que en la Baikal MP-153 está situado por encima del depósito de alimentación. Por lo tanto, no está situado en el interior de la culata, como solía ser lo habitual. Esta configuración, cada día más de moda, permite una mayor suavidad y progresividad en el retorno del sistema, aparte, al estar a la vista, es más cómodo de limpiar, sustituir y mantener. Al menos, estos argumentos son los que las compañías exponen ante dicha tendencia.
Todo esto está claro, pero ¿cómo se autorregula la Baikal MP-153? Dentro del colector de gases hay 3 piezas que son las responsables de ello: el cilindro de gas, la válvula muelle, y la válvula. Veamos cómo funciona cada una de ellas:
El colector de gases de la MP-153 está formado por 3 piezas que autorregulan su funcionamiento- Cilindro de gas (gas cylinder nut)
Es el sello situado en la parte anterior del colector de gases. Este sello va roscado y es el responsable de regular el muelle válvula, en función de si se usan cargas fuertes (76mm) o cargas flojas (70mm). La marca de dicha regulación se aprecia en la muesca de la parte anterior del colector, en forma de ralla.
- Válvula muelle (valve spring)
Válvula en forma de muelle helicoidal, su función es cerrar y por lo tanto sellar o abrir al expandirse en función de la acumulación de gases del colector. Su forma es plana para así adaptarse mejor a la forma cilíndrica. El gas sobrante es purgado por la separación de las espigas, en función de la presión a la que es sometido. Por lo tanto, a más presión, más separación de espigas y como consecuencia más gases purgados. Y a menos presión, menos separación de espigas, con lo cual los gases purgados son de inferior cuantía. Cuando la válvula muelle se encuentra en posición de cargas bajas, está más presionado con lo cual los espacios entre sus espigas para la purga son menores. Por el contrario, cuando está en posición de cargas fuertes la válvula muelle está menos presionado y como consecuencia sus espigas están más abiertas, permitiendo una fuga mayor de gases.
Mecanismo de acción de la Baikal MP-153- Válvula (valve)
Su función es mantener todo el conjunto fijado y de forma plana y uniforme para que así la válvula muelle efectué su función correctamente. Solo nos queda pues insertar el pistón el cual viene equipado con una junta tórica para sellar el sistema. Dicho pistón está cogido al cierre mediante los dos brazos de transmisión.
Elementos funcionales
Ya hemos visto el corazón que late en el interior de la Baikal MP-153, pero ¿qué más nos ofrece? En primer lugar, tenemos que tener en mente la propia concepción del arma, ya que ésta toma partido por la fiabilidad por encima de todo. Es por ello que las tecnologías que la conforman no son el último grito de la industria, especialmente la occidental, con lo cual el arma apuesta por unas técnicas ampliamente contrastadas y realmente robustas. Lo primero que llama la atención es su peso, ¿3.450 gramos con cajón de mecanismos de aluminio? Bueno, es que el robusto acero ronda a sus anchas por todos los demás elementos de una manera casi absoluta. Su cañón de recámara de 76mm es de ánima de 18.4 y viene equipado con chokes tipo corto, de los primeros que se equipaban (tipo invector). Esta configuración es dura, penetrante, y efectiva, una tecnología probada hasta la saciedad que no defraudara a nadie.
Su cierre de clara inspiración Remington es efectivo y viene equipado con doble uña extractora, lo que aporta solvencia, sencillez y fiabilidad, conceptos que se dan la mano en este apartado. El sistema de desmontaje también es de una sencillez espectacular, ya que con solo extraer la manija y arrastrar el cierre mediante los dos brazos de transmisión ya lo tenemos fuera. Un diez en este aspecto.
En el grupo de disparo nuevamente nos encontramos con notables similitudes con la Remington 1100, a excepción de la pestaña de retenida del cierre, la cual está situada por delante del guardamonte y no es de fácil accionamiento. Este es seguramente el punto menos logrado del arma y sobre el cual he encontrado críticas. De hecho es su único punto negativo, y no es que funcione mal, es que es de difícil manejo debido a su situación. Pese a este pequeño detalle, el grupo construido en acero en todas sus piezas de notable grosor se demuestra duro y fiable a más no poder. Otro punto a su favor es el sencillísimo desmontado de este grupo de disparo, de clara inspiración Remington 1100, el cual cuenta con dos pasadores y la teja de alimentación integrados en el propio grupo. Excelente en este aspecto.
Poco más queda por decir de esta Baikal MP-153. Su fiabilidad está basada en una serie de sistemas ampliamente probados durante muchos años, todo ello aderezado con la típica robustez de las armas producidas por la industria de armamento rusa, conforman una escopeta muy solvente y de plenas garantías, tanto estructurales como de funcionamiento.
Conclusión final
Estamos delante de un arma solvente y fiable, capaz de cumplir su función sin problemas y con una notable longevidad. Sus acabados espartanos, muy típicos de su origen, así como sus ajustes mejorables, no pueden empañar estos hechos, ya que en la práctica, la escopeta se muestra a nivel de diseño y comodidad en el momento del disparo muy competitiva frente a las modernas escopetas occidentales. Buen encare y buena ergonomía residen en ella. Claro, si a todas estas virtudes le sumamos que tiene un precio de venta que ronda los 600 euros, las cosas comienzan a ponerse interesantes, ya que por el precio de una Beretta A-400 Xplor, una Browning Maxus o una Remington Versamax, las grandes escopetas operadas por toma de gases de hoy en día, podemos adquirir dos Baikal MP-153, e incluso casi tres. Sí, es cierto, no es tan moderna como sus competidoras, pero es capaz de cumplir al igual que ellas en el campo. La evolución de la MP-153 ya está en el mercado armamentístico bajo el nombre de MP-155. Este modelo, que a nivel tecnológico está más cercano a las escopetas occidentales, tiene un peso de 3.100 kg y ha dado ciertos problemas atribuidos a su juventud productiva. Habrá que esperar a ver su evolución en este terreno para así calibrar si es tan solvente como su antecesora.
La Baikal MP-153 es una gran escopeta semiautomática de caza, un arma ideal para aquellos usuarios que piensan que las prestaciones, la longevidad y la economía de un arma están por encima de la mística de las marcas. Nadie te dirá “¡oh, llevas una Baikal!” cuando te ve armado con ella. Eso está claro, pero en la práctica, los resultados de utilizarla serán los mismos que con otras armas de más pedigrí. Baikal MP-153: robustez, prestaciones y longevidad a precio de crisis. Después de esto, ¿quién necesita una escopeta de orígenes y calidades dudosas existiendo el hada del lago Baikal?
